Las aulas hospitalarias fueron creadas con la finalidad de atender a la educación escolar de los niños y jóvenes durante el tiempo que deben permanecer ingresados por problemas de salud. Son unidades educativas que forman parte de la institución hospitalaria, aunque también prestan una ayuda social. La hospitalización en personas de corta edad puede llegar a ser una experiencia muy impactante y, en muchos casos, traumática, ya que conlleva alterar su vida cotidiana y alejarse de su entorno para enfrentarse a algo nuevo y desconocido durante cierto periodo de tiempo. Dentro del aula hospitalaria se comparte una misma situación, la enfermedad. Se pretende evitar la frustración, manteniendo al niño motivado en un ambiente creado por medio de estrategias a las que contribuya la familia y las personas que se encuentren más próximas. Se genera así un sentimiento de acompañamiento y confianza para que el niño pueda expresar sus emociones y pensamientos, además de encontrar, dentro del hospital, un lugar donde poder jugar, disminuir el miedo y la ansiedad que genera estar dentro de un sitio así y poder divertirse de manera parecida a una situación normalizada. A pesar de ser una dependencia más del hospital, debe permitir que los niños y adolescentes ingresados se puedan evadir y distraer de las preocupaciones por su situación. Esta función lúdica, de recreación, entretenimiento y diversión, no sólo brinda la oportunidad de continuar los procesos de aprendizaje y desarrollo cognitivo normales, también contribuye a acortar los tiempos de mejora y la calidad de las condiciones de recuperación.
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