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Resumen de Estudio morfológico y funcional del sistema visual en niños prematuros y nacidos con bajo peso

Maria Teresa Perez Roche

  • La presente tesis se centró en el estudio morfológico y funcional del sistema visual de un grupo de niños prematuros y con bajo peso al nacimiento.

    Determinadas alteraciones perinatales afectan al sistema nervioso central. Las discapacidades neurológicas mayores en niños prematuros son frecuentes, estando bien estudiadas. Sin embargo, las mayores tasas de supervivencia de los niños prematuros han evidenciado otras deficiencias menores que aparecen en la primera infancia o durante la época escolar, especialmente las de tipo neurocognitivo.

    Los procesos cognitivos pueden dividirse en seis dominios diferentes: funciones verbales, visuales constructivas y espaciales, funciones motoras, memoria y aprendizaje, atención y funciones ejecutivas. Aunque todas estas capacidades pueden verse deterioradas en niños con eventos adversos, las habilidades cognitivas visuales están entre las más afectadas.

    Las funciones cognitivas visuales se ocupan del procesamiento y análisis de la información visual para darle sentido. El proceso visual abarca no solamente la recepción de la información visual (desde la retina al córtex visual primario), sino también los procesos cognitivos superiores (desde el córtex visual primario a las áreas asociativas). Es necesaria la integridad de ambas vías (aferente y eferente) para un resultado visual apropiado.

    En la década de 1980 se propuso un modelo para las vías eferentes visuales. Desde el córtex visual primario (V1) la información es procesada por dos fascículos diferentes: ventral y dorsal. El fascículo ventral se dirige desde V1 hacia la región ínfero temporal, ocupándose del reconocimiento del color y las formas, constituyendo las bases de la percepción. Los procesos relacionados con la memoria visual también se encuentran situados en esta región. El fascículo dorsal conecta V1 con el córtex posterior parietal, jugando un papel importante en el procesamiento espacial y motor (dónde está un objeto y cómo interactuar con él). De acuerdo con esta teoría, las funciones cognitivas visuales pueden ser divididas en la visión para la percepción (fascículo ventral) y la visión para la acción (fascículo dorsal).

    Un caso especial dentro de la percepción es el reconocimiento facial. Ésta es una habilidad de alto orden que empieza a desarrollarse muy tempranamente. Estudios experimentales en recién nacidos han objetivado respuestas a las caras a los pocos días del nacimiento. Además, esta capacidad se encuentra situada dentro de una compleja red neuronal dentro del fascículo ventral, con áreas dedicadas exclusivamente al reconocimiento facial. Ello responde a la importancia de esta habilidad para un adecuado desarrollo social.

    Varios trabajos han estudiado las alteraciones de las funciones visuales superiores en niños con eventos perinatales adversos. Nuestro estudio fue diseñado para evaluar la influencia de la prematuridad y el bajo peso en estas funciones cognitivas visuales, en niños por otra parte con un desarrollo visual normal y sin problemas neurológicos mayores.

    La prematuridad también expone a eventos patológicos que dañan directamente el tejido neuronal. Como parte del sistema nervioso central la retina y el nervio óptico pueden verse afectados por el daño perinatal cerebral. Los recientes avances en tecnología de imagen digital han permitido estudiar estas estructuras con exactitud. La tomografía de coherencia óptica es una técnica de imagen no invasiva, sin contacto y transpupilar que obtiene imágenes retinianas de alta resolución.

    Estudios previos en niños pretérmino han publicado diferentes resultados sobre el grosor de la capa de fibras nerviosas de la retina y sobre el grosor macular. La retina interna parece tener mayor riesgo de anomalías estructurales. Sin embargo, los motivos por los que algunos niños muestran anormalidades retinianas mientras que otros no lo hacen son desconocidos.

    Nuestro estudio evaluó los cambios morfológicos en la retina de niños con diferentes edades gestacionales, teniendo en cuenta la presencia o ausencia de patologías habituales como la retinopatía del prematuro u otras comorbilidades. Para este propósito se usó la tomografía de coherencia óptica para medir las diferentes capas retinianas.

    Teniendo en cuenta estas dos aproximaciones, morfológica y funcional, el estudio trató de establecer la relación entre disfunciones cognitivas y hallazgos estructurales.

    Estudios recientes indican que la tomografía de coherencia óptica aporta valores útiles como marcadores biológicos del daño neuronal y axonal en condiciones neurodegenerativas como la esclerosis múltiple o la enfermedad de Parkinson. Las mediciones retinianas parecen relacionarse con el grado de discapacidad funcional y cognitiva. La prematuridad se asocia a un amplio rango de cambios funcionales y estructurales en el sistema nervioso central. En el presente estudio se trató de determinar si los resultados cognitivos visuales de niños en edad escolar a riesgo de alteraciones en el desarrollo neurológico, nacidos prematuros o con bajo peso, se relacionaron con daño en las estructuras retinianas medidas mediante tomografía de coherencia óptica.

    Una aproximación global al problema de la prematuridad ha de tener en cuenta el impacto de déficits sutiles en la vida diaria de los niños. Por tanto, se trató de evaluar la carga de las alteraciones cognitivas visuales en el desempeño escolar de estos niños.


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