Las vigentes teorías acerca del envejecimiento y su clara relación con el síndrome de Down constituyeron la hipótesis de trabajo, en la que se pretende estudiar el papel de melatonina, Beta-endorfinas y kynurenina en niños con síndrome de Down. Se estudian 28 niños normales y otros 28 afectos de síndrome de Down, a los que se les extrae muestras sanguíneas a las 9 a las 21 horas respectivamente, así como orina de 24 horas para estudiar los metabolitos antes citados.
Se emplean para el análisis de los datos test de comparación de medias y técnicas de correlación y regresión. Como resultados de mayor interés encontramos que en los niños con síndrome de Down existe ritmo circadiano de melatonina y que la amplitud de éste es inferior al exhibido por el grupo de niños normales.
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