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Inferencias paleoecológicas sobre especies de la mastofauna cuaternaria cubana, conservadas en el depósito superficial de la Caverna Geda, Pinar del Río, Cuba

  • Autores: Marjorie Mahe Condis Fernández
  • Directores de la Tesis: María Teresa Alberdi Alonso (dir. tes.)
  • Lectura: En la Universitat d'Alacant / Universidad de Alicante ( España ) en 2011
  • Idioma: español
  • Tribunal Calificador de la Tesis: Vicente Berovides Álvarez (presid.), Antoni Escarré i Esteve (secret.), Dennis Denis Ávila (voc.), Jorge Luis Fontenla Rizo (voc.), Reinaldo Rojas Consuegra (voc.)
  • Materias:
  • Texto completo no disponible (Saber más ...)
  • Resumen
    • En el presente estudio se emplea la mastofauna conservada en el depósito fosilífero superficial de la Caverna Geda, Pinar del Río, en la inferencia de características paleoecológicas de mamíferos del cuaternario de Cuba. Estas características están relacionadas con las particularidades ambientales de la cavidad que propiciaron la formación de este depósito y el empleo de cavidades como refugio durante esta etapa, composición etarea de las poblaciones, características climáticas del ambiente epigeo que propiciaron la presencia de determinadas especies en el depósito, y poblaciones de especies presentes en el registro actual con tamaño o formas diferentes a las actuales. Para ello, se determinó la distribución y abundancia de las especies de mamíferos en el depósito, proponiéndose la vía de acceso más factible para cada grupo a los sectores de la cavidad donde están representados; se comprobaron los efectos de la meteorización, permineralización y/o fracturación sobre la conservación de los ejemplares en relación al tiempo o al ambiente en que se depositaron; se determinaron los cambios en la composición química de las muestras óseas del depósito en relación a la composición química del agua y los sedimentos, comprobándose cuales contribuyen a la segregación temporal de las muestras osteológicas recientes con las provenientes del depósito, y además se determinó la composición etarea de las poblaciones de mamíferos en el depósito y los cambios cronoclinales en la talla y la forma de las especies de roedores mejor representadas en las diferentes unidades taforregistráticas Para obtener la información necesaria en la identificación de las posibles vías de acceso se realizó la reconstrucción en tres dimensiones (3D) del modelo digital del terreno y de la cartografía de la cavidad con la ubicación exacta de las osamentas específicamente identificadas. En este análisis se dividió la cavidad sectorialmente determinándose la abundancia y distribución de la mastofauna, las posibilidades de arribo de cada grupo al lugar del hallazgo, y los factores relacionados con la ausencia o baja representatividad de entidades conservadas en los diferentes sectores. Los efectos de la meteorización ósea, alcanzada tras el efecto de la permanencia a la intemperie ("intemperismo"), se cuantificaron a partir de los estadios propuestos por Behrensmeyer (1978), y se midió el grado de permineralización de las muestras a partir de la inclusión de cristales de calcita en las fisuras de la superficie del hueso compacto. Para comprobar los cambios químicos ocurridos durante la diagénesis y organizar cronológicamente la fauna contenida en el depósito se determinó la composición química elemental de 103 muestras óseas a través de espectroscopía de rayos X por energía dispersa (EDX), identificándose la fuente de elementos incorporados durante la diagénesis, a través de la determinación de la composición aniónica del agua por cromatografía iónica y de la composición mineralógica de los sedimentos por difracción de rayos X. En la determinación del estadio etareo de los mamíferos contenidos en el depósito se emplearon los criterios descritos en la literatura con anterioridad para soricomorfos, quirópteros y perezosos; sin embargo, en roedores se registró la secuencia en que ocurre la osificación de la pelvis, las epífisis de esqueleto apendicular y el brotado del último molar mandibular, estableciéndose una correspondencia entre esta secuencia y los estadios etareos basados en caracteres externos como el peso y la talla, descritos en la literatura para Capromys pilorides y Mysateles prehensilis. Para determinar los cambios cronoclinales en C. pilorides y M. prehensilis en talla y forma, se compararon mandíbulas de individuos provenientes del depósito, con contenido de flúor en los huesos, y mandíbulas de individuos actuales; considerándose independientemente cada una de las subespecies actuales y además, para el caso de M. prehensilis, otras especies actuales y fósiles con las que guarda una aparente estrecha relación en forma. Se determinó la correlación entre los cambios de forma registrados y el índice B, que expresa características biomecánicas de la mandíbula, relacionadas con la eficiencia en la mordida incisiva.

      El depósito fosilífero superficial de la Caverna Geda es un depósito Tipo G, con la inclusión de la tasa normal de mortalidad de los quirópteros en el refugio, en su definición. Se determinó la posible existencia de una vía de acceso adicional a las existentes en la actualidad, a través de la última sección del nivel superior, ocluida en la actualidad. La representación abundante de soricomorfos, perezosos, roedores y quirópteros, en este sector de la cavidad apoya el posible empleo de esta ruta. La abundancia y distribución de Neocnus, Megalocnus y Parocnus en este depósito sugiere que estos géneros de perezosos presentaban capacidades semejantes para el desplazamiento terrestre. Esta cavidad fue empleada como refugio, al menos por dos especies de roedores: Capromys pilorides y Mysateles prehensilis y cinco especies de quirópteros: Artibeus anthonyi, A. jamaicensis, Cubanycteris silvai, Eptesicus fuscus y Macrotus waterhousei; para las cuatro primeras especies existen evidencias directas de empleo durante la etapa de cría. Tras las condiciones en que se han conservado las osamentas, expuestas a la intemperie, la meteorización es el efecto que más las ha afectado. Mientras que la cristalización de la calcita alrededor del hueso constituyó un efecto protector a la meteorización. Considerando la relación directa que existe entre el grosor de hueso cortical y la pérdida de osamentas por meteorización, en ausencia de otros procesos que afecten la conservación del depósito superficial, los perezosos pueden presentar mayor antigüedad que quirópteros, roedores y soricomorfos. Las osamentas muestreadas para análisis químico muestran un incremento del porcentaje de flúor y de silicio, y disminución del porcentaje de fósforo durante la diagénesis. Siendo el porcentaje de flúor y el de silicio, los que mejor discriminaron entre muestras "antiguas" y "recientes", en los huesos de soricomorfos, quirópteros y roedores. El flúor incorporado en las osamentas provino del agua de escurrimiento o goteo, la concentración de este elemento tiene un comportamiento homogéneo a lo largo de toda la cavidad, al menos en la actualidad. La distribución de minerales con silicio, aluminio y hierro se relacionó espacialmente con muestras óseas que presentan estos elementos químicos, al parecer incorporados durante la diagénesis. Para el grupo formado por roedores y Solenodon se obtuvo una segregación mejor temporal de las muestras, que evidencia al menos dos momentos de ocupación de la cavidad; en ambos la especie M. prehensilis estuvo bien representada. La segregación obtenida para quirópteros y Nesophontes no es tan evidente como en el caso anterior, al parecer debido a la elevada sensibilidad ante la incidencia diferencial del goteo y la cristalización, que pueden mostrar osamentas de menor grosor en el hueso cortical. No obstante, permitió determinar que las especies A. anthonyi y A. jamaicensis cohabitaron la Caverna Geda al menos en la etapa más reciente de ocupación de la cavidad. La cristalización es también uno de los factores que afectó la absorción de flúor y silicio en las muestras de perezosos. A partir de la secuencia en que ocurre la osificación de la pelvis, las epífisis de esqueleto apendicular y el brotado del último molar mandibular, en C. pilorides y M. prehensilis se determinaron nueve estadios de osificación, uno correspondiente a la etapa preadulta o juvenil, según la especie, seis estadios que se cumplimentan durante la etapa de adulto joven o subadulto y dos en la adultéz. El brotado del último molariforme mandibular ocurre tempranamente durante la etapa de adulto joven o subadulto, tras lo cual pueden ocurrir cambios en la forma de la mandíbula, por lo que no debe considerarse como criterio en la definición de individuos adultos en este grupo. El balance etareo de C. pilorides y M. prehensilis en el depósito sugiere que ambas especies incursionaron y emplearon la cavidad en grupos familiares semejantes a los que forman en la actualidad. Se determinaron cambios en la talla corporal de M. prehensilis y en la forma de la mandíbula pero no en la talla corporal, de C. pilorides. Los cambios de forma en C. pilorides muestran relación con la eficiencia mecánica de la mordida incisiva, por lo que pueden corresponderse con transformaciones en la vegetación durante el Pleistoceno-Holoceno, a través del marco temporal reflejado en el depósito.


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