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Hernia perineal canina: reconstrucción del diafragma pélvico con malla de polipropileno a través de doble abordaje

  • Autores: Araceli Fernández Martín
  • Directores de la Tesis: Paloma García Fernández (dir. tes.), Ana María Mayenco Aguirre (dir. tes.), María Mercedes Sánchez de la Muela (dir. tes.)
  • Lectura: En la Universidad Complutense de Madrid ( España ) en 2016
  • Idioma: español
  • Tribunal Calificador de la Tesis: Fidel San Román Ascaso (presid.), Fernando Rodríguez Franco (secret.), Gustavo Ortiz Díez (voc.), Juana Dolores Carrillo Sánchez (voc.), Juan Manuel Domínguez Pérez (voc.)
  • Materias:
  • Enlaces
  • Resumen
    • español

      La hernia perineal es una patología que se presenta en el macho de la especie canina, apareciendo de forma muy esporádica en la hembra y el gato, pero no se presenta en las otras especies domésticas. Se produce por un fallo del diafragma pélvico, en el que destaca la atrofia y a veces la total desaparición del M. elevador de ano de forma uni o bilateral. Este hecho conduce a un posicionamiento más caudal de todos los órganos contenidos en el canal pélvico, vejiga, próstata, uretra post prostática, grasa periprostática y recto. La hernia perineal parece en un rango muy amplio de edades aunque es más frecuente alrededor de los 7-8 años de edad. Las manifestaciones clínicas varían en función de la gravedad y antigüedad del proceso; el síntoma más frecuente es el estreñimiento y la deformación de la fosa isquiática, pero se han descrito también la diarrea paradójica, vómitos y hasta la anuria obstructiva.

      La etiología de la hernia perineal es poco clara, existen diferentes hipótesis relacionadas con fenómenos que producen estreñimiento como hipertrofia prostática, o la existencia de quistes prostáticos y/o paraprostáticos. También se ha relacionado con saculitis. Otras teorías han relacionado la hernia con trastornos hormonales, desequilibrios entre receptores de andrógenos estrógenos. Recientemente se ha sugerido que podría estar relacionada con la producción de relaxina en los quistes prostáticos y por último también se la ha relacionado con alteraciones neurológicas del plexo pudendo. Esta afección parece ser multifactorial aunque la lesión es siempre la misma, la debilidad progresiva del diafragma y la falta de funcionalismo hace el resto. La cirugía ofrece también dificultades, se han descrito varias técnicas y las que mejores resultados ofrecen son las basadas en la elevación del obturador interno.

      En este trabajo se desarrolla una nueva técnica de reconstrucción del diafragma pélvico mediante la sustitución del musculo perdido con una o dos mallas de polipropileno a través de un doble abordaje a través de región perineal y laparotomía media prepúbica. Dichas mallas se anclan en la región caudal al esfínter anal recto caudal y región isquiática y en la zona craneal al musculo transverso del abdomen en su porción prepúbica. Se trataron 54 animales con hernia unilateral y 63 con hernia bilateral con un seguimiento de 48 meses postcirugía. En todos los casos los síntomas clínicos remitieron considerablemente. En las hernias unilaterales el estreñimiento se redujo de los 54 casos iniciales a 8 tras la cirugía, el tenesmo se mantuvo en solo 4 casos y la disquecia en 5. Respecto a las complicaciones de los 54 casos intervenidos 5 presentaron infección de la herida quirúrgica, 10 desarrollaron seroma, en 3 casos se produjo dehiscencia de la sutura y en dos hematoma, recidivaron 16 de los 54.En cuanto a los resultados obtenidos en la hernia bilaterales de los 63 casos 12 mantuvieron algún grado de estreñimiento, en 11 casos se mantuvo el tenesmo y en 6 se mantuvo la disquecia. Tras la cirugía las complicaciones fueron menores que los casos unilaterales, no hubo infección de la herida en ningún caso, solo 7 presentaron seromas, en dos casos, se produjo dehiscencia de la sutura y solamente recidivaron 4 casos de los 63 intervenidos. Los mejores resultados obtenidos en el grupo de hernia bilaterales se atribuyen a que en estos casos, el espacio para colocar las mallas es mayor, y la manipulación resulta más compleja en las unilaterales por la falta de espacio. La colocación de mallas de polipropileno en sustitución del m. elevador del ano en la hernia perineal canina, es una técnica quirúrgicafactible, sin complicaciones graves desde un punto de vista quirúrgico,mediante esta técnica es posible impedir el desplazamiento caudal de las vísceras del canal pélvico al menos durante 48 meses en el 70por cientode los casos intervenidos de hernia unilateral y en el 93,7por ciento de los casos intervenidos de hernia bilateral

    • English

      The perineal hernia is a condition that occurs in the male of the canine species almost exclusively, appearing only sporadically in the female and is not presented in other domestic species. It described in humans mainly associated with abdominal surgery aggressive flow and always related to pelvic floor disorders. In the dog perineal hernia is caused by a failure of the pelvic diaphragm, which atrophy and sometimes the total disappearance of Levator Ani Muscle in a uni- or bilateral way. Weakness, absence or athrophy of this muscle leads to a more caudal positioning of all the organs in the pelvic canal, bladder, prostate, post-prostatic urethra, periprostatic fat and rectum. It appears in a wide age range although its most common trend is about 7-8 years old. Clinical manifestations of hernia oscillate depending on the severity and length of the process. Constipation and deformation (swelling) of the ischial fossa are the most common symptom, but there are also described the paradoxical diarrhea, vomiting and even obstructive anuria. The etiology of perineal hernia is unclear, although there are different hypotheses concerning phenomena that cause constipation as prostatic hypertrophy, or the existence of prostate cysts and/or paraprostáticos. It has also been associated with sacculitis or the existence of inguinal hernias. Other theories have linked the hernia with hormonal disorders, imbalances between androgen receptor / estrogen; recently it has been linked to the production of relaxin in prostate cysts and the latter has been linked to neurological disorders pudendal plexus. But the fact is that the percentage of dogs with prostatic disease is very high especially from 7-8 years of age, and the incidence of hernia is very low. Nor all animals suffering from hernia have prostate cysts and there are many animals with large cysts do not develop. In short, this condition appears to be multifactorial but the injury is the same, the diaphragm progressive weakness and lack of functionalism does the rest. Regarding the surgery also presents difficulties, several techniques have been described and the best results offered are based on the elevation of the internal obturator muscles. But sometimes this is also atrophied muscle and restoration of anatomical plane is not all that solid would therefore added to lift the shutter, the use of polypropylene mesh, the overlap of m. gluteus flow semitendinosus muscle or intrabdominal fixing bladder, colon and vas deferens. Nevertheless all recurrences continue to occur, but increasingly smaller percentage as the techniques developed later.


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