Se realiza un estudio multidisciplinar sobre la evolución de una diversificada comunidad forestal para entender mejor su significado actual y poder así planificar más adecuadamente su futura gestión. Se contribuye además a reinterpretar los paisajes forestales ibéricos al demostrar la presencia histórica de especies autóctonas actualmente ausentes por causas antrópicas.
Para tal fin se ha seleccionado la comarca de Sierra Madrona y Valle de Alcudia (Ciudad Real), por su alta diversidad forestal en el conjunto ibérico, europeo y mediterráneo. Aunque se revisan literatura científica paleobotánica e historiográfica antigua, medieval y moderna, el estudio se centra en los últimos 3 siglos, en los que se puede sintetizar su historia pues hasta el siglo XX pervivían aquí estructuras paisajísticas y sociales primitivas.
En la primera parte de la tesis se estudia la evolución histórica de los montes desde la Reconquista, a partir dee cuando la Orden Militar de Calatrava y, luego la Corona, ostenten la propiedad de la comarca y disfruten de la riqueza de sus pastos y del monopolio mundial del merino. Además existía una gran riqueza minera (mercurio, plata, plomo y otros metales). La población comarcal mantuvo largos conflictos con la demanda minera de leña y madera, y con los ganaderos invernantes que veían en el arbolado excelentes pastos de vuelo (ramón y bellota). Junto a la ganadería trashumante bajo la protección privilegiada de la Corona y centrada en el valle de Alcudia coexistía la ganadería local de pequeños propietarios que incendiaban reiteradamente las sierras para sus rebaños de cabras. Entre los siglos XVIII y XX el estado vende la mayor parte de la comarca. Tanto los montes vendidos como los exceptuados de las desamortizaciones corrieron suerte diversa pero en general el impacto (ambiental, paisajístico y florístico) de las ventas no fue negativo, especialmente en las dehesas vendidas a ganaderos invernantes. Otros montes serranos antes de su venta ya eran jarales que ahora evolucionan hacia el bosque al haber desaparecido los incendios. Se proponen nuevos usos del territorio para la comarca, todos en parte ya bien desarrollados, rentables económicamente, compatibles entre ellos y que permiten la recuperación y conservación de los bosques. En especial la caza mayor, la saca de corcho y el turismo rural.
En la segunda parte de la tesis se aborda el estado actual de conservación de uno de los enclaves más emblemáticos de la comarca: el pinar de Pinus pinaster de la sierra de Navalmanzano. No solamente la presencia de este pinar refuta la idea de autores que consideraban a los pinares naturales ausentes en la mayor parte del SO ibérico, también la localización de 83 topónimos referentes a pinos (en el conjunto de Sierra Morena). A través del análisis paleobotánico e histórico se demuestra, además, que P. pinaster tenía una presencia muy importante en la comarca pero que desapareció por causas antrópicas. Resulta llamativo que a pesar de la milenaria orientación agroganadera (además de minera) de la comarca el pinar haya podido sobrevivir hasta la actualidad. Su situación actual es el resultado de un prolongado aprovechamiento económico y social (tal y como se describe en la primera parte de la tesis). El último pinar natural de Sierra Morena posee una superficie de 12,25 ha y según el primer inventario realizado en 2003, cuenta con 1212 pies, con una estructura de masa irregular.
En el año 2003 se estimaron unas existencias de 749 conos maduros cerrados/ha. Cada piña contiene una media de 72,4 semillas y el porcentaje de germinación –medido en pruebas de germinación- fue del 66% (en 2003 el banco aéreo contaba con unas 36.000 semillas viables/ha). Los análisis realizados sobre las distancias de dispersión de semillas muestran que la distancia media de dispersión efectiva es bastante reducida (13 - 24 m de media). Los resultados de una muestra de edades de 72 pies indican que a partir del año 2005 el regenerado observado es escaso. La incorporación de nuevos individuos en la masa se ha visto reducida durante los últimos años por la disminución del banco aéreo de semillas, causado por una población de ardilla instalada recientemente. Uno de los resultados más llamativos muestra que en 2005 este esciúrido había consumido un 30% de los conos cerrados, porcentaje que se eleva al 70% en 2009. Se propone el estudio de la población de ardilla y su control.
Adicionalmente, se analiza el efecto del escodado producido por el ciervo sobre este pinar que en el año 2003 afectaba al 33 % de los pies. Analizado la evolución del nivel de daños entre 2003 y 2009 se observa una tendencia creciente, tanto por el número de árboles dañados como por la intensidad del daño. El uso de un cercado de exclusión experimental durante 12 años (2003-2015) muestra que el escodado es otra amenaza para la supervivencia de este pinar. Para proteger a este bosque en peligro de extinción se plantea la reducción de la densidad de ciervo hasta niveles compatibles con la conservación de la masa forestal.
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