En 1926 Adalberto Libera, como joven estudiante de arquitectura, realiza un pequeño dibujo que, bajo el título de “El Panteón en hormigón armado”, se convertirá en el manifiesto sobre el que basará toda su trayectoria arquitectónica. Dos serán los principios que se encontrarán contenidos en este dibujo: por un lado, la reinterpretación constructiva que Libera hace del Panteón, añadiéndole la técnica de su tiempo y, por otro lado, la actualización programática que desemboca en un proceso de desacralización del mayor templo de la Antigüedad. Ambos principios, puestos de manifiesto tanto en el título del dibujo como en las anotaciones situadas en torno a él, se aplican como mecanismos actualizadores del arquetipo, entendido como tipo ideal que se concreta en el Panteón.
Bajo esta primera clave de estudio basada en la actualización, tanto en términos constructivos como programáticos de un determinado arquetipo arquitectónico, la Tesis Doctoral se organiza a través de cuatro capítulos que comienzan con el traslado de Libera desde la periférica región del Trentino, situada en el norte de Italia, hasta la ciudad de Roma, centro de todas sus ambiciones personales y profesionales. En este nuevo escenario, la Escuela Regia Superior de Arquitectura de Roma y, más concretamente, un determinado método docente, desarrollado en las clases de Fasolo, profesor de Historia de la Arquitectura, le permitirán a Libera, a través del dibujo, comprender y memorizar la raíz más auténtica de los monumentos romanos. Pero no solo aproximándose a ellos, sino que este método docente, basado en la idea de continuidad presente en la forma arquitectónica, le permitirá, desde el prisma constructivo, transponer dichos monumentos romanos a una nueva condición moderna.
En paralelo a esta actividad formativa, se desarrolla un intenso momento cultural que terminará por consolidar su pensamiento arquitectónico. De esta forma, Libera se incorpora a un movimiento en el que, bajo el nombre de “El Grupo 7”, su principal objetivo será el de anunciar una nueva época arcaica para la arquitectura, en la que la figura de Mussolini será determinante. Desde esta nueva situación, definida por su formación y por el momento cultural, Libera inicia un nuevo camino donde el proyecto expositivo se convierte en el siguiente estadio donde confirmar todos sus postulados teóricos. Dos tipos de aproximaciones surgirán en torno a esta temática: por un lado, la idea del pabellón de exposición, presente en los pabellones de las exposiciones universales de Chicago, en 1933 y de Bruselas, en 1935 y, por otro lado, la representación de una construcción en el interior de otro objeto construido previamente como son la Exposición de la Revolución Fascista, en 1932 y la Exposición de las Colonias Estivas de la Asistencia a la Infancia en el área del Circo Massimo, en 1937.
De esta relación intrínseca entre el objeto construido y la espacialidad interior que éste presenta, la Tesis Doctoral encuentra su punto culminante a través de la continuidad existente entre el dibujo de “El Panteón en hormigón armado” y la sala de Recepciones, del Palacio de Recepciones y de Congresos, construido con motivo de la Exposición Universal de Roma, de 1942. Desde este momento, se lleva a cabo un proceso de descomposición de la sala de Recepciones en cuatro elementos (la ocupación del centro, la manipulación del plano del suelo, la construcción del recinto y la flotación de la cubierta) que terminarán por definir los mecanismos proyectuales utilizados por Libera a lo largo de su trayectoria. De esta forma, con la aparición del hormigón armado y de la actualización programática del momento, entendidos como aliados, y mediante el desarrollo de esta serie de mecanismos, Libera someterá al arquetipo arquitectónico, entendido como portador de las raíces propias de la arquitectura, a un verdadero proceso de modernización, en la que el hombre y la arquitectura engloban una misma idea de unidad proyectual.
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