Resumen de Financiación del transporte público: propuesta de un modelo basado en Europa
El transporte público es uno de los pilares del estado del bienestar. Dado que la mayor parte de la riqueza nacional se genera en las ciudades, el transporte público juega un papel fundamental para el desarrollo. Por eso, las administraciones públicas apoyan la construcción de infraestructuras tal y como los metros, los tranvías, los trenes de cercanías, y las redes de autobuses urbanos. Este apoyo es necesario por cuanto para luchar contra el vehículo privado y su uso desmedido, las redes de transporte público deben ser contar con financiación pública para llegar a aquellas capas de la población que lo necesitan. Además, para que una red pueda ser considerada eficiente, debe llegar a cubrir la mayor parte de los entornos urbanos, por lo que a veces esto solo se consigue con ayuda pública.
Sin embargo, a diferencia de Europa, donde existen leyes específicas sobre cómo financiar el transporte público, en España no existe un modelo para resolver esta materia.
En los últimos 25 años, la financiación del transporte público en España se ha resuelto con un sistema asimétrico y obsoleto, por cuanto dentro del propio sistema cuenta con varias fórmulas alternativas.
En el caso de las ciudades de Madrid, Barcelona y las Islas Canarias, se resuelve mediante la fórmula del contrato-programa. Sin embargo, en el resto de ciudades españolas, existe otro sistema, que consiste en el reparto de una subvención incluida en los presupuestos generales del Estado. Este reparto prácticamente no ha cambiado en los últimos 20 años, y en realidad ha decrecido en términos constantes, pues mientras que han crecido el número de ciudades que obtienen subvención del Estado, la cantidad se ha conservado prácticamente estable. Por ello, este sistema ha quedado obsoleto.
Además, las Comunidades Autónomas, que son quienes tienen las competencias delegadas en materia de transporte por parte del Estado, no contribuyen a las redes de transportes, más allá de inversiones ferroviarias.
Por todo eso, España tiene la necesidad de contar con un nuevo modelo, preferiblemente una Ley de Financiación, dado que el mejor sistema para resolver la materia, como han hecho todos los países de la Unión Europea.
En esta tesis se expone el estado actual de la financiación del transporte y se analiza la forma en que los grandes países de Europa, como Francia, Italia o Alemania lo resuelven.
Con todo ello, tras realizar un análisis de alternativas basadas en las investigaciones realizadas, se propone un nuevo modelo.
El modelo propuesto recoje y resuelve todos los condicionantes como resultado de la investigación realizada.
