La enfermedad de Crohn es una enfermedad inflamatoria crónica intestinal que afecta a cualquier segmento del tubo digestivo, localizándose preferentemente en el íleon terminal. Al tener un curso imprevisible y alterar periodos de actividad clínica y otros asintomáticos requiere numerosos estudios radiológicos a lo largo de la vida del paciente, y afecta frecuentemente a pacientes jóvenes, más vulnerables a los efectos de las radiaciones ionizantes. Por este motivo es objetivo del radiólogo proporcionar la mejor técnica de imagen para caracterizar los cambios morfológicos que ocurren en esta enfermedad, tratando de minimizar la dosis de radiación que recibe el paciente, y cuando fuese posible utilizar técnicas que no utilicen la radiación ionizante y que proporcionen la máxima información sobre la extensión y gravedad de la enfermedad.
El desarrollo de las técnicas endoscópicas relegó a un segundo escalón diagnóstico a las pruebas radiológicas de tubo digestivo en colon y tracto digestivo superior, pero el intestino delgado, a pesar del desarrollo de otras técnicas diagnósticas, se mantiene como un territorio donde las pruebas radiológicas mantienen toda la vigencia y por ese motivo se han desarrollado en los últimos tiempos numerosas procedimientos que favorecen su estudio por técnicas de imagen.
El manejo de los pacientes con EII requiere una evaluación con herramientas objetivas, tanto en el momento de diagnóstico como durante todo el curso de la enfermedad, para determinar su localización, extensión, actividad y la gravedad de las lesiones inflamatorias, así como, las complicaciones potenciales.
Mientras que la endoscopia es un examen de diagnóstico bien establecido y realizado de manera uniforme, la aplicación de la técnica radiológica para la evaluación de la EII es todavía heterogénea, en la que influyen los aspectos técnicos, la experiencia del radiólogo y las preferencias en los países.
Basándonos en las normas de consenso de las diferentes sociedades médicas y en la mejor evidencia científica, trataremos de proponer la mejor técnica radiológica para el manejo de la enfermedad de Crohn tipo fistulizante, comparando las técnicas de uso más común en nuestro hospital y su valor en la monitorización terapéutica y las implicaciones pronosticas.
El estudio de las fistulas internas ha sido y es un aspecto importante en la valoración de la EEI. El tránsito intestinal y la enteroclisis ha sido la técnica más utilizada para el diagnóstico de esta complicación, mostrando además la afectación de la mucosa, lo cual continua siendo su mayor indicación. Algunos autores proponen la ecografía como técnica idónea para la detección de fistulas. Pero la mayoría de los autores coinciden en que la utilización de técnicas avanzadas como la CT y la RM, constituyen la mejor opción para el estudio de las complicaciones de la EEI. En ambas exploraciones se pueden detectar la presencia de proliferación fibrograsa y abscesos, fistulas y actividad de la enfermedad, siendo este un campo de actuación de la resonancia, que tiene un valor diagnóstico superior a cualquier técnica.
El diagnóstico inicial del paciente con sospecha de enfermedad de Crohn se continúa haciendo con técnicas radiológicas convencionales que siguen manteniendo su papel en la detección de hallazgos precoces.
En el diagnostico de las complicaciones y la tipificación de la EC es necesario realizar técnicas axiales, CT o RM.
Se deben utilizar secuencias rápidas en RM que sean diagnósticas y lo más confortables para el paciente, pues se requiere su colaboración para obtener imágenes de alta calidad diagnostica, lo que en algunos pacientes contraindica su utilización y se sustituye por CT.
La CTMD ha permitido reconstrucciones multiplanares que proporcionan al cirujano un mapa prequirurgico anatómico exacto para plantear la mejor técnica quirúrgica.
El haber realizado numerosas exploraciones radiológicas a pacientes con EC, disponiendo de un registro clínico, quirúrgico y radiológico, así como la posibilidad de seguimiento de un numeroso grupo de pacientes en la unidad constituida en nuestro centro hace posible plantear este trabajo.
En nuestro estudio pretendemos demostrar que para el diagnóstico de fístulas intestinales que aparecen en el trascurso clínico de la Enfermedad de Crohn complicada, la utilización de técnicas de imagen axiales como la Resonancia magnética (RM) y la Tomografía axial computarizada (CT) son las técnicas de elección desde el punto de vista del diagnóstico radiológico.
Demostraremos que la RM tiene una alta capacidad diagnóstica, ya que cuando utilizamos secuencias RM con contraste es posible detectar la actividad de la enfermedad, diferenciándose claramente los segmentos intestinales con enfermedad inflamatoria activa, de los segmentos Intestinales sanos, pudiendo descartar complicaciones que contraindiquen el uso de tratamiento con medicamentos biológicos y mejorar, por tanto, la calidad de vida de los pacientes.
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