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Efecto del nivel de lisina y otros aminoácidos y de la pauta de alimentación sobre los rendimientos productivos, calidad de la canal y la excreción de nitrógeno en pollos de carne

  • Autores: Raúl Daniel Miazzo
  • Directores de la Tesis: Josep Gasa Gasó (dir. tes.), Ana Cristina Barroeta (codir. tes.)
  • Lectura: En la Universitat Autònoma de Barcelona ( España ) en 2010
  • Idioma: español
  • Tribunal Calificador de la Tesis: Eduardo Angulo Asensio (presid.), María Dolores Baucells Sánchez (secret.), Manuel Fondevila Camps (voc.)
  • Materias:
  • Enlaces
    • Tesis en acceso abierto en: TESEO
  • Resumen
    • El objetivo principal de esta Tesis Doctoral ha sido verificar los efectos del nivel de lisina y otros aminoácidos y de la pauta de administración sobre los rendimientos productivos, la calidad de la canal y la excreción de nitrógeno en pollos de carne. Para ello se realizaron 3 experimentos.

      En todas las experiencias se utilizaron pollos de carne machos de líneas comerciales. Los mismos fueron alojados en condiciones adecuadas de temperatura, humedad y ventilación. Tanto el alimento como el agua se les suministró ad lilbitum y diariamente se realizaron controles de temperatura, estado sanitario y posibles bajas.

      En el primer experimento se evaluó el efecto de la variación semanal del aporte de lisina y otros aminoácidos, incluidos en el pienso de los pollos de carne, sobre los rendimientos productivos, la composición de la canal, los procesos de asimilación del nitrógeno y la excreción del mismo. Así, una reducción de un 7 % en el aporte de lisina y otros aminoácidos, respecto a lo recomendado por el NRC (1994), afectó negativamente las variables productivas, redujo el peso de las partes nobles de la canal y aumentó la grasa abdominal. Es decir que dicho aporte no alcanzó para favorecer el crecimiento del pollo sin grasa y al contrario, los excesos de energía, justamente, se depositaron en forma de grasa desmejorando la calidad de la canal. Mientras que un aumento del 15 % en el aporte de lisina y otros aminoácidos, respecto a las recomendaciones del NRC (1994), mejoró las variables productivas, aumentó el peso de las partes de mayor importancia económica de la canal (pechuga y muslos) y disminuyó la cantidad de grasa abdominal. También se determinó que para mejorar la calidad de la canal se necesitó un nivel de lisina y otros aminoácidos superior al 8 %, no ocurriendo lo mismo para los parámetros productivos donde las necesidades de estos aminoácidos se aproximaron a las recomendaciones del NRC (1994). Además, la reducción del 7 % del aporte de lisina y otros aminoácidos, no afectó significativamente ni la excreción total ni la urinaria de nitrógeno, mientras que el aumento del 15 % si incrementó la excreción total del nitrógeno, en un 20 %, siendo en su mayoría de tipo urinaria. Lo que indica que los beneficios ocasionados, por ese aumento del 15 %, no compensaron los inconvenientes producidos a nivel medioambiental, de gran importancia en este momento. Además, se observaron diferencias entre las aves que se mantuvieron en baterías en relación a las de suelo, dado que éstas últimas depositaron menos grasa abdominal que las primeras. En este caso el mayor aporte de lisina y otros aminoácidos favoreció el crecimiento del pollo magro pero se produjeron excedentes de nitrógeno que se debieron excretar utilizando energía y así permitiendo un menor depósito de grasa en la canal, mejorando, en definitiva, su calidad.

      En el segundo experimento se evaluó conjuntamente la pauta de administración del pienso (distintos números de alimentos administrados durante el periodo de cría de los pollos) y el aumento de lisina y otros aminoácidos por encima de las recomendaciones del NRC (1994), sobre los rendimientos productivos, las características de la canal y la excreción de nitrógeno. La pauta semanal (cambio semanal del alimento) en relación al suministro de dos piensos y un único pienso, tuvieron poca importancia sobre los rendimientos productivos, sobre todo para los niveles próximos a las recomendaciones del NRC (1994). Mientras que la administración de único pienso, durante toda la vida del ave, comparado con el cambio semanal del alimento, aumentó la excreción del nitrógeno, no siendo significativa cuando los valores de lisina y otros aminoácidos fueron similares a las recomendaciones del NRC (1994), y si significativa, alcanzando un 19 % más, cuando los piensos aportaban niveles de esos aminoácidos un 15 % por encima de las recomendaciones, observándose sobre todo en la última fase del engorde.

      En el tercer experimento se comprobó el efecto del tipo de cereal agregado mayoritariamente al pienso, donde se utilizó casi todo maíz, dieta Americana vs. cebada/trigo, dieta Europea, al aumentar el aporte de lisina y otros aminoácidos por encima de las recomendaciones, sobre los procesos de asimilación del nitrógeno, los rendimientos productivos, la composición de la canal y la excreción del nitrógeno. Al comparar en forma global ambos tipos de dietas, y a similares niveles de lisina y otros aminoácidos, no se observaron diferencias ni en las variables productivas ni en la calidad de la canal. Sin embargo, durante las tres primeras semanas de vida de las aves, la dieta a base de maíz (Americana) fue mejor respecto a la europea (cebada y trigo) al aumentar el consumo y permitir mayor ganancia de peso y sin modificar el índice de conversión, pero estas mejoras se compensaron entre la cuarta y sexta semana del período de engorde. Además, las aves de la primera dieta, presentaron una mayor metabolicidad, tal vez debido a una mejor adaptación del tracto digestivo, en este periodo de vida, al presentar el maíz una menor viscosidad si se lo campara con los dos otros cereales utilizados. En cuanto a la excreción de nitrógeno, las aves que consumieron la dieta Europea tuvieron significativamente una mayor excreción (5,9 %), atribuida íntegramente a la excreción en forma de heces y no de orina, probablemente como consecuencia, ya sea de la menor digestibilidad proteica de la cebada y el trigo con respecto al maíz, o bien debido a la mayor fermentación microbiana, de los dos primeros cereales viscosos, en los ciegos de las aves. Normalmente esos cereales son de baja digestibilidad por contener betaglucanos, hidratos de carbono, que no digieren bien las aves sino se les agrega las enzimas correspondientes en sus piensos. Además, en ambas dietas, al aumentar los niveles de lisina y otros aminoácidos se registraron resultados equivalentes tanto para los parámetros productivos como para la calidad de la canal.


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