"Las economías alternativas se presentan comúnmente como un resultado de la voluntad, o como una reacción espontánea y acumulativa a un impacto, ya sea la crisis o el neoliberalismo en general. Su destino es transformar el mundo, ya sea gradualmente o a través del choque de modelos. Por otro lado, las perspectivas críticas generalmente las ven como un producto del neoliberalismo, o incluso del capitalismo: condenadas a la cooptación y la marginalidad, o simplemente encarnando formas, prácticas y subjetividades neoliberales. En esta tesis, expongo una explicación alternativa a cerca de por qué y cómo emergen y se desarrollan las economías alternativas, así como una perspectiva diferente a través de la cual evaluar su potencial transformador. Investigo estas cuestiones examinando las economías alimentarias alternativas en la crisis económica posterior a 2008. Con el fin de obtener una comprensión profunda de los acontecimientos de la vida real incluidos en el contexto, baso mi investigación en dos estudios de caso: los nuevos campesinos agroecológicos en el País Vasco (España) y las distribuciones de alimentos solidarios ""no intermediarios"" en Grecia. Basada en investigación de campo, herramientas de ecología política y soberanía alimentaria, y sobre las ideas de Bensaïd y Gramsci sobre política, esta tesis trata de cuestiones conceptuales y prácticas relacionadas con la resistencia al neoliberalismo, las estrategias emancipadoras y la agencia política. Mi argumento principal es que las economías alimentarias alternativas pueden ser una parte integral de las estrategias activistas que participan en las luchas por la hegemonía, que buscan producir sujetos críticos y activos y, en última instancia, mover a los subalternos a una posición de liderazgo. En el País Vasco, la desnaturalización de las ideas y prácticas hegemónicas sobre el agronegocio y la normalización de las alternativas campesinas es un enfoque clave de la estrategia de los pequeños agricultores de construir alianzas y un amplio movimiento social que lucha por la soberanía alimentaria. En Grecia, abordar las dificultades de los agricultores y la inseguridad alimentaria a través de la solidaridad es un paso estratégico hacia el avance de las ideas y prácticas de contra-austeridad y en la activación de los sujetos en la actividad “práctica-crítica”. Mientras que las economías alimentarias alternativas pueden brindar oportunidades para politizar las cuestiones sociales, crear espacios de politización y autoorganización del subalterno y generar procesos de aprendizaje sobre cómo las relaciones sociedad-naturaleza pueden organizarse de manera diferente, también enfrentan desafíos, ya que no están fuera (porque no hay un exterior) del capitalismo. Las dificultades a las que se enfrentan los productores agroecológicos son un llamado a prestar más atención a la relación entre tiempo de trabajo y tiempo para la política en modelos alternativos. Los esfuerzos para desarrollar alternativas deben centrarse en proporcionar las condiciones materiales y subjetivas para activar a los sujetos en la actividad política. Aquí es relevante una política que aborda las necesidades de la reproducción social y construye una “política de esperanza”. De hecho, las luchas ambientales pueden involucrar metas sociales y políticas más amplias que van más allá de las preocupaciones sobre el acceso a los recursos o la seguridad de los medios de subsistencia. Esto demuestra la relación productiva entre diversas luchas. Alternative economies are commonly depicted as a product of the will of individuals or groups, or as a spontaneous and cumulative reaction to an impact, be it crisis or neoliberalism more generally. Their fate is to transform the world, either gradually or through the clash of models. On the other hand, critics usually see them as a product of neoliberalism, or even capitalism. They are condemned thus to co-optation and marginality, or they just embody neoliberal forms, practices, and subjectivities. In this thesis, I chart an alternative explanation for why and how alternative economies emerge and develop, as well as provide a different lens through which to understand their transformative potential. I investigate these questions by looking at alternative food economies in the post-2008 economic crisis. In order to gain a deep comprehension of real-life events embedded in context, I base my research on two case-studies: the case of new agroecological ‘peasants’ in the Basque Country (Spain), and that of ‘no-middlemen’ solidarity food distributions in Greece. Drawing on fieldwork research, on analytical tools derived from political ecology and food sovereignty literatures, and on Bensaïd’s and Gramsci’s insights on radical politics, this thesis deals with important conceptual and practical questions regarding resistance to neoliberalism, emancipatory strategies, and political agency. My main argument is that alternative food economies can be an integral part of activist strategies engaged in struggles over hegemony, which seek to produce critical and active subjects and, ultimately, move the subaltern to a position of leadership. In the Basque Country, denaturalizing hegemonic ideas and practices regarding agribusiness, and normalizing peasant alternatives, is a key focus of small farmers’ strategy of building alliances and a large social movement fighting for food sovereignty. In Greece, tackling famers’ difficulties and food insecurity through ‘solidarity’ is a strategic step towards advancing counter-austerity ideas and practices to engage people in ‘practical-critical’ activity. Whereas alternative food economies may provide opportunities to politicize politics, create spaces of politicization and self-organization of the subaltern, and generate learning processes on how society-nature relations can be organized differently, they also face challenges, as they are not outside (because there is no outside to) capitalism. The difficulties faced by agroecological producers call us to pay more attention to the relation between working-time and free-time for politics in alternative models. Efforts to develop alternatives must focus on providing the subaltern with the material and subjective conditions that enable them to become ‘agents of their own history’. A politics that tackles social reproduction needs and builds a ‘politics of hope’ is therefore relevant. Indeed, environmental struggles may involve broader social and political goals, beyond concerns over access to resources and the environment or securing livelihoods; this shows the productive relationship between diverse struggles. "
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