Resumen de Efecto de la situación clínica y del entrenamiento crónico sobre biomarcadores geriátricos emergentes
Uno de los principales campos explorados por la investigación biomédica del envejecimiento es la identificación de nuevos parámetros que ofrezcan información de la situación clínica del anciano. Puesto que tanto el estrés oxidativo como la inflamación crónica son procesos íntimamente ligados al declive típico de la población de edad avanzada, el análisis de dichos fenómenos puede suponer un buen punto de partida en la determinación de posibles biomarcadores geriátricos. Por ello, en la primera parte de esta Tesis Doctoral se abordó el estudio de la interacción existente entre el estrés oxidativo y la inflamación crónica con la dependencia funcional y con el riesgo de al menos un ingreso hospitalario o de mortalidad a lo largo de un año en una población de edad avanzada. El objetivo consistió no solo en el análisis de los mecanismos fisiopatológicos implicados en estas situaciones clínicas adversas, sino también en la búsqueda de biomarcadores de aplicación clínica.
Los datos obtenidos muestran cómo medidas objetivas de estrés oxidativo y de inflamación crónica podrían constituir biomarcadores geriátricos de posible aplicación clínica. Además, los resultados señalan al estrés oxidativo y a la inflamación crónica como fenómenos vinculados al declive típico de la población de edad avanzada. La identificación de dichos fenómenos como agentes ligados al deterioro asociado a la edad abre las puertas a posibles intervenciones para la salud. Asimismo, la caracterización de marcadores biológicos de dependencia funcional y de riesgo de hospitalización y de mortalidad permite la determinación de la eficacia y de la validez de estas posibles intervenciones para la salud.
En este sentido, una de las estrategias recomendadas para retrasar o disminuir la aparición de eventos clínicos adversos en los individuos de edad más avanzada es la actividad física regular. El ejercicio regular y moderado es una estrategia saludable que presenta un amplio rango de aspectos beneficiosos para el anciano, desde la disminución de las tasas de morbimortalidad, al tratamiento de gran número de enfermedades crónicas. Sin embargo, las bases fisiológicas a través de las cuales el ejercicio genera sus beneficios sobre el organismo no son del todo conocidas. Por tanto, el objetivo de la segunda parte de esta Tesis Doctoral consistió en la evaluación del entrenamiento desde edades adultas, a través de los biomarcadores geriátricos caracterizados y los aportados por la bibliografía, como posible estrategia saludable en la atenuación de los aspectos negativos del envejecimiento. Para ello, se analizaron dos grupos de varones mayores de 65 años: sedentarios sin historial de actividad física regular y entrenados de forma crónica (al menos 40 años de entrenamiento), ambos funcionalmente independientes.
En base a los resultados obtenidos, el entrenamiento crónico se asocia con un perfil saludable de biomarcadores geriátricos inflamatorios y endocrinos en varones mayores de 65 años. Los sujetos entrenados desde edades adultas presentan un nivel inferior, cercano a la significación, de la prevalencia de enfermedades ligadas al envejecimiento y de la ingesta de fármacos, situaciones ligadas a un mejor estado de salud y de calidad de vida. Por tanto, el entrenamiento a largo plazo se revela como una posible estrategia en la atenuación del declive típico de la población anciana.
