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Resumen de Modelos de enseñanza en la formación de profesionales de la odontología analizados a través de las tareas académicas. El caso de la Facultad de Odontología de la Usac

Miriam Ninette Samayoa Sosa

  • • Modelos de enseñanza en la formación de profesionales de la odontología analizados a través de las tareas académicas. El caso de la Facultad de Odontología de la USAC Antecedentes La formación de cirujanos dentistas en la Facultad de Odontología de la Universidad de San Carlos de Guatemala (FOUSAC) está planificada, en el proyecto curricular, en seis años de estudio. Sin embargo, en la práctica a los alumnos les toma muchos más años egresar como profesionales, se estima en promedio doce años de permanencia en esta institución educativa. Uno de los elementos que ha sido determinante en la concreción del proyecto educativo en la FOUSAC lo constituyen las tareas académicas que el alumno tiene que cumplimentar. De éstas, las de la práctica clínica, que en la institución son identificadas como los requisitos clínicos, hacen que los alumnos permanezcan varios ciclos académicos en el quinto grado de la carrera. De hecho se ha creado la figura de los estudiantes pendientes de requisitos clínicos (PRC), que son estudiantes de quinto grado, con todas las asignaturas aprobadas pero únicamente pendientes de concluir estos requisitos. A partir de cuarto y en quinto grados los alumnos tienen que ejecutar tratamientos dentales en pacientes atendidos en las clínicas facultativas. Estos tratamientos se requieren en número por disciplina de atención odontológica. Una vez aprobados los tratamientos y todas las asignaturas, los alumnos de quinto grado pueden optar al Ejercicio Profesional Supervisado o sexto grado, que es una práctica profesional que se desarrolla en una población rural o urbana del país. Este estudio analiza el sentido y significado que tienen, para profesores y alumnos, las tareas académicas, y al hacerlo propone una explicación a fondo que permite comprender la enseñanza en la Facultad.

    Área de investigación Las tareas académicas se estudian en esta investigación, desde la propuesta del modelo ecológico de la enseñanza de vida en el aula, de Walter Doyle, en sus dimensiones de contenido, naturaleza, evaluación y el rol del alumno en la realización de la tarea. En específico se determina el modelo de enseñanza predominante en la FOUSAC por medio del estudio de la relevancia, secuencia e interrelación de los contenidos de las tareas, la compatibilidad, grado de estructuración y tipo de tarea académica, formas y coherencia de la evaluación, y la claridad, motivación y adecuación de la tarea para el alumno.

    La investigación se inscribe dentro del paradigma de investigación cualitativo. Se analizan las tareas académicas de cuatro asignaturas de cuarto grado de la carrera –Endodoncia, Odontopediatría, Prótesis Total y Diagnóstico-. Además se contempla la tarea del Paciente Integral Requisito (PIR) por tener características particulares, que la han identificado como una tarea compleja, de difícil observancia. Las técnicas de recolección de datos utilizadas incluyen entrevistas en profundidad, observación participante y análisis de documentos. Se entrevistó a profesores, coordinadores y alumnos, todos identificados como informantes claves. Se observó la concreción de las tareas académicas por grupo de alumnos, desde el inicio al final de la misma, en el aula, laboratorio y clínicas dentales. Se revisaron las programaciones de las asignaturas, el currículo prescrito de la FOUSAC, los reglamentos institucionales de evaluación y apuntes de clase de alumnos.

    Estructura de la tesis La tesis se estructura en seis capítulos. El primero, Referentes Teóricos, ofrece una revisión de la teoría pertinente, en ello se contiene el sentido de la universidad: su origen y cambios, los modelos de enseñanza, las tareas académicas y la enseñanza de la odontología. En el segundo capítulo, Cuestiones Metodológicas, se explicitan los objetivos y las preguntas de investigación, se detallan el enfoque metodológico, las técnicas e instrumentos de recolección y análisis de la información. Finalmente, se presentan algunas características contextuales de la enseñanza facultativa. Los capítulos tercero y cuarto, el informe propiamente dicho, exponen el sentido y significado que tienen las tareas académicas desde la perspectiva de los profesores y alumnos. En este apartado se hace énfasis en cómo se vive la enseñanza facultativa y la instructoría clínica, la estructura, número y vinculación de los requisitos clínicos, la concreción del Paciente Integral Requisito, la evaluación de las tareas y cómo el contexto facultativo como marco en el que se desarrollan las tareas académicas delimita y define la realización de las mismas. El quinto capítulo, La enseñanza en la FOUSAC, La amalgama del modelo de enseñanza, la formación del profesorado y las relaciones de poder, enfatiza que en la enseñanza en la Facultad se da una imbricación sólida y dura entre el predominio del modelo academicista, la formación de los profesores, que en su mayoría son odontólogos de profesión y las relaciones de poder dominantes. En el capítulo sexto, Repensar la enseñanza en la FOUSAC, se proponen acciones a considerar, orientadas a mejorar la enseñanza. En específico se sugiere definir qué cirujano dentista egresar, revisar la estructura de las tareas académicas de la práctica clínica, considerar la dimensión política en la enseñanza facultativa, explicitar la dimensión ética en la enseñanza, y la ineludible formación del profesorado.

    Hallazgos La enseñanza en la FOUSAC se ubica primordialmente en el modelo academicista por su énfasis en la trasmisión de contenidos disciplinares poco vinculados entre sí. Además, la enseñanza es orientada a la formación técnica, en los conocimientos, habilidades y destrezas psicomotoras necesarias para el dominio de las técnicas de atención dental. Las tareas de memoria y repetición son las que tienen preeminencia.

    La enseñanza de la práctica clínica o instructoría no está definida institucionalmente y es comprendida esencialmente como un acto de comprobación del profesor de los conocimientos teóricos y habilidades psicomotoras del alumno y no como un proceso continuo de la enseñanza de la teoría en el aula, la técnica en el laboratorio y la práctica en la clínica. La instructoría se vive como un proceso complejo porque se asume que el alumno de la práctica clínica, ya ha desarrollado la capacidad de aplicar en el tratamiento dental del paciente, el conocimiento adquirido en el aula y el laboratorio, aunque este último sea de casos ideales y no reales.

    Las tareas académicas de la práctica clínica no son estructuradas por los docentes, que son odontólogos de formación, en los cuatro elementos que las definen, o sea, un objetivo a alcanzar, la descripción de un contenido preciso del que se ocupan, las operaciones cognitivas involucradas y la importancia dada al trabajo realizado. Este hecho provoca ambigüedad en la concreción, evaluación y aprobación de los requisitos clínicos. Además, unas tareas de la práctica clínica se subyugan a otras a las que se les otorga mayor jerarquía. Consecuentemente, aunque el número de tareas a cumplimentar está establecido, éste es irrelevante porque el alumno ejecuta una cantidad superior de tratamientos dentales. Así mismo, esta enseñanza se planifica y calendariza anualmente únicamente de forma general para todas las disciplinas, así, por ejemplo a los alumnos de cuarto grado se les programa práctica clínica dos días a la semana durante todo el ciclo académico, por lo que el profesorado no establece tiempos ni contenidos específicos de enseñanza de la práctica clínica.

    En la evaluación de las tareas de los requisitos clínicos se evidencia falta de criterios unificados del profesorado, la concepción de una evaluación como medición y calificación con propensión a la suspensión o castigo del alumno. De igual manera, las tareas son aceptadas por el resultado final del tratamiento dental y no por los procesos realizados por el alumno, eso a pesar de que al alumno se le avala cada etapa del tratamiento hecho. De ahí que la evaluación de las tareas de la práctica clínica es de resultados, no de procesos y es dicotómica porque contempla solamente dos valores, aceptado o no aceptado.

    Los roles docentes se asumen por tradición y de acuerdo a la disciplina a la que se pertenece. La pertinencia y las ponderaciones dadas a las tareas son heredadas al profesorado, tal es el caso del PIR que fue introducido como requisito clínico en el currículo facultativo establecido a mediados de los años 60 del siglo pasado y que se mantuvo hasta finales de año 2015.

    Las interrelaciones profesor-alumno, profesor-profesor marcan el desarrollo de la instructoría y la aceptación de los requisitos clínicos. Estas relaciones guardan jerarquía institucional y son balcanizadas en cuanto que se trata de relaciones competitivas y no cooperativas del profesorado. Además, son relaciones de poder que en sus características guardan analogía con las relaciones de poder dominantes en el país.

    En consecuencia, tal como está organizada y se desarrolla la enseñanza en la Facultad, particularmente la enseñanza de la práctica clínica, es complejo, para el alumno cumplir, con tareas académicas en el tiempo programado para ello.


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