Para alcanzar un mercado de seguros estable y eficiente es preciso que el sector asegurador disponga de recursos propios suficientes, de ahí que el fin principal de las normas de solvencia sea la determinación de las necesidades de capital. El actual sistema de solvencia de la Unión Europea, Solvencia I, no tiene en consideración el perfil de riesgo específico de cada compañía para calcular el capital necesario. Con la entrada en vigor de Solvencia II se propondrá un modelo estándar basado en el valor en riesgo (VaR), al mismo tiempo que fomentará la aplicación de modelos internos de autoevaluación y gestión del riesgo. De este modo, el capital necesario se vinculará de forma dinámica a los cambios en los niveles de riesgo de cada compañía, por lo que se espera como resultado una mejora en la situación financiera del sector asegurador europeo.
Bajo Solvencia II, las necesidades de capital se pueden calcular mediante un modelo estándar o bien con modelos internos previamente aprobados por el regulador. En cuanto a la segunda opción, se permitirá la implantación de modelos parciales que no incluyan todos los riesgos a los que hace frente un asegurador. El Análisis Financiero Dinámico (DFA) es la técnica más adecuada para el desarrollo de modelos internos, bien sean parciales o completos. Los modelos DFA emplean diversas técnicas (simulación de Monte Carlo, Teoría de Valor Extremo, Cópulas, Análisis de series temporales, etc.) para predecir los resultados de la compañía ante un conjunto de escenarios futuros, mostrando cómo dichos resultados pueden estar afectados por cambios en el entorno interno y/o externo de la compañía. Su aplicación posibilita una mejor evaluación y gestión del riesgo, por ser modelos a medida que permiten identificar aquellas situaciones en las que la compañía tiene un mayor grado de exposición.
La fórmula estándar actual del cálculo de las necesidades de capital aplicable en Solvencia II se detalla en el último estudio de impacto cuantitativo (QIS4), si bien podrá experimentar variaciones antes de su aprobación definitiva por la Comisión. El modelo estándar ha sido calibrado por el CEIOPS, utilizando series históricas para los riesgos evaluados y trata de realizar una estimación prudente y adecuada al nivel de riesgo que asume un asegurador en condiciones normales de mercado. El sector asegurador europeo espera que la fórmula estándar definitiva penalice a las compañías que no desarrollen modelos internos. El procedimiento utilizado para calibrar el modelo estándar conduce a que la fórmula estándar no sea adecuada cuando el perfil de riesgo de una compañía se diferencie de la media del sector. Además, emplea hipótesis simplificadoras y ha sido ajustado a un período temporal que no recoge las volatilidades extremas acontecidas recientemente en los mercados financieros. Esto significaría que aquellas compañías que utilicen el modelo estándar podrían estar subestimando la cantidad de capital necesaria para cubrir el riesgo en un entorno como el actual. Por este motivo, recomendamos a aquellas compañías que dispongan de los recursos necesarios la elaboración de un modelo interno parcial o completo adaptado a sus particularidades, así como su validación y actualización continuas. Estos modelos permitirán la integración del análisis del riesgo en el proceso de toma de decisiones del asegurador.
El análisis financiero dinámico (DFA) tiene en consideración la interdependencia entre todas las áreas del negocio asegurador, y de éste con su entorno. Los avances tecnológicos están permitiendo el uso de modelos DFA cada vez más sofisticados, que reflejan de forma más exacta las anteriores dependencias. Mientras que tales progresos representan avances en la gestión activa de los riesgos, también suponen desafíos. Un aspecto crucial a la hora de configurar un modelo interno es la selección de los submodelos que resultan más apropiados para simular los riesgos a los que se enfrenta el asegurador. En este trabajo se ha abordado dicha tarea de selección mediante la elaboración de modelos internos parciales para algunos submódulos del riesgo de mercado. En concreto, hemos evaluado los principales riesgos a los que están expuestas las compañías de seguros no vida españolas. Así, este trabajo contribuye a la literatura existente aportando un enfoque novedoso, al mostrar las diferencias en la determinación de las cargas de capital que resultan de aplicar modelos de simulación frente al modelo estándar propuesto en QIS4. Para ello, se han utilizado datos del período 1992-2008 y se han simulado las cargas de capital resultantes para los riesgos de renta variable, tipos de interés y riesgo de spread. El resultado de nuestro trabajo muestra que, en general, las necesidades de capital obtenidas mediante modelos internos basados en las técnicas utilizadas y estimadas para el horizonte temporal analizado superan a las del modelo estándar. Esto significaría que aquellas compañías que utilicen el modelo estándar podrían estar subestimando la cantidad de capital necesaria para cubrir el riesgo en el entorno actual de elevada volatilidad. Por tanto, los últimos acontecimientos vividos en los mercados financieros ponen de manifiesto la necesidad de revisar periódicamente los factores de cálculo y los escenarios de estrés bajo los que se calculan las necesidades de capital.
En el último capítulo de este trabajo se ha abordado una propuesta de modelo DFA a partir de una selección de los submodelos evaluados en los capítulos previos. Los distintos modelos han sido, en la medida de lo posible, calibrados a datos de mercado y posteriormente comparados con el modelo estándar, ya que el objetivo de este capítulo era abordar desde un punto de vista práctico el desarrollo de un modelo interno global. Los resultados obtenidos para nuestra compañía muestran que el modelo DFA proporciona una carga de capital inferior que el modelo estándar, derivada fundamentalmente del menor riesgo de reservas. Dicha diferencia proviene de la consideración exclusiva del riesgo a un año, en línea con los últimos avances mostrados en la literatura (véase AISAM-ACME 2007, Ohlsson y Lauzeningks, 2008 y Diers, 2009a). Sin embargo, la carga de capital para soportar los riesgos de mercado es superior en el modelo DFA, fruto del empleo de modelos que desechan la hipótesis de normalidad del modelo estándar. Este capítulo puede servir de referencia para aquellas empresas y consultoras que deseen confeccionar modelos internos.
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