Ana Fernández Leivas
La Diabetes Mellitus Gestacional (DMG) se considera la enfermedad metabólica más frecuente asociada al embarazo, con numerosas complicaciones tanto para la madre como para el feto. La prevalencia se encuentra entre el 1-14% dependiendo del método de cribado empleado, criterios diagnósticos utilizados y tipo de población analizada. Algunos de los factores que predisponen a que una mujer desarrolle DMG son la obesidad, edad materna, DMG en gestaciones previas y grupo étnico con alta prevalencia de Diabetes Mellitus tipo 2. Para detectar DMG, se realiza entre las 24-28 semanas de gestación el test O¿Sullivan, que consiste en medir la glucemia en plasma venoso tras administrar una sobrecarga oral de 50 gramos de glucosa. Un valor a la hora ¿ 140 mg/dl indica que el test es positivo lo que requeriría un test diagnóstico para confirmarlo, basado en sobrecarga oral de 100 gramos y la determinación de los valores de glucosa a la hora, 2 horas y 3 horas. Los puntos de corte según los criterios de Carpenter y Coustan son valores de glucosa basal de 95 mg/dl, a la hora de 180 mg/dl, a las 2 horas de 15 5mg/dl y a las 3 horas de 140 mg/dl. Dos o más valores por encima de estos es diagnóstico de DMG. Un solo valor elevado, o solamente el de la segunda hora >140 mg/dl se define como intolerancia hidrocarbonada gestacional (ITG). El objetivo de este estudio fue ver si existía algún tipo de relación entre las variables tanto bioquímicas como ecográficas medidas en el primer trimestre y el posterior desarrollo de DMG, y si alguno fue capaz de predecirla antes del segundo trimestre del embarazo. Se incluyeron todas las gestantes que llevaron un control obstétrico en el Hospital de Cabueñes durante el año 2012. Los datos recogidos: translucencia nucal, longitud cráneo-caudal, PAPP-A, ß-hCG, glucosa, ácido úrico, creatinina, urea, ALT, AST, GGT, ALP, bilirrubina, hierro, ferritina y la información referente al control (edad materna, raza, edad gestacional, peso, tabaquismo, embarazo gemelar, fecundación in vitro), permitieron estudiar la evolución de cada gestante hasta la aparición de la condición objeto de estudio. Las gestantes que no presentaron la condición se consideraron como grupo control, que sirvieron de comparación con aquellas que presentaron ITG (Grupo 1) y DMG (Grupo 2). Encontramos diferencias estadísticamente significativas en: edad materna entre Grupos 0 y 1 (p<0,0001) y Grupos 1 y 2 (p=0,0161); peso entre Grupos 0 y 1 (p=0,0191) y Grupos 0 y 2 (p=0,0249); ß-hCG entre Grupos 0 y 1 (p=0,0021) y Grupos 0 y 2 (p=0,0341); ß-hCG MoM entre Grupos 0 y 1 (p=0,0147) y Grupos 0 y 2 (p=0,0488); Glucosa Basal Primer Trimestre entre Grupos 0 y 1 (p=0,0018), Grupos 0 y 2 (p<0,0001) y Grupos 1 y 2 (p=0,0246); Ácido úrico entre Grupos 0 y 1 (p=0,0349) y Grupos 0 y 2 (p=0,0176); ALT entre Grupos 0 y 2 (p=0,0004) y GGT entre Grupos 0 y 2 (p=0,0210). Tras un análisis de regresión logística, los factores significativos para predecir DMG fueron la edad materna >34 años [OR 1,86(1,41-2,45)] y concentraciones en el primer trimestre de glucosa >84mg/dl [OR 2,65(1,68-4,18]), ß-hCG <32,8mUI/ml [OR 2,08 (1,21-3,57) y ácido úrico >2,9mg/dl [OR 2,53 (1,44-4,47)]. El mejor punto de corte en la población de estudio para SOG50 fue 139mg/dl (sensibilidad=100%, especificidad=75,82%). Para SOG 100: Glucosa basal 88mg/dl (sensibilidad=38,64%, especificidad=86,51%); glucosa a la hora 180mg/dl (sensibilidad=67,05%, especificidad=88,24%); glucosa a las 2 horas 154mg/dl (sensibilidad=93,18%, especificidad=89,27%) y glucosa a las 3 horas 134mg/dl (sensibilidad=77,27%, especificidad=88,58%). Según nuestros resultados, la medición de los valores de glucosa basal en el primer trimestre, ß-hCG y ácido úrico, junto con la edad de la gestante, permiten hacer un diagnóstico y tratamiento precoz.
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