RESUMEN DE LA TESIS DOCTORAL REALIZADA POR: Jesús Gustavo Ponce González La obesidad se define como una acumulación excesiva de grasa que puede provocar diabetes, enfermedades cardiovasculares y alteraciones metabólicas, pudiendo estar determinada por variaciones genéticas (polimorfismos), que podrían afectar la capacidad de oxidar grasas. El estudio I nos permitió comprobar si la disminución de la capacidad de oxidar grasas en personas obesas era explicada por una disfunción mitocondrial o por cambios en la actividad de la vía AMPK/ACC mediada por leptina, y si estos podrían ser restaurados tras un programa de pérdida de peso. Para ello, seleccionamos a 10 hombres obesos (O), 10 hombres post-obesos (PO) y 10 hombres sanos controles (C). Los resultados demostraron que la capacidad máxima de oxidar grasas está aumentada en obesos (tanto en piernas como en brazos) y en post-obesos (sólo en piernas) comparados con los sujetos controles. A su vez, la actividad enzimática, la respiración mitocondrial, la fosforilación de AMPK y la expresión proteica de SOCS3 fueron similares en los tres grupos. Sin embargo, la fosforilación de ACC estaba disminuida en el vasto lateral de los obesos comparado con post-obesos y controles, pero aumentada en el deltoides comparado con controles. Uno de los factores genéticos que podría influir en la masa grasa es el polimorfismo CAG (poliglutamina) y GGN (poligficina) del gen del receptor de andrógenos (AR), ya que afectan a la eficacia con la que los andrógenos actúan. El estudio II se realizó con 319 hombres y con 78 mujeres, a los que se les midió la composición corporal y las hormonas de leptina, testosterona libre y osteocalcina. Los resultados mostraron que sólo el polimorfismo GGN parece tener una asociación directa con el porcentaje de grasa (r=0.30; p<0.05), el porcentaje de grasa en el tronco (r=0.28; p<0.05), la concentración sérica de leptina (r=0.40; p<0.05) y osteocalcina (r--0.32; p<0.05) en mujeres jóvenes, pero no en hombres. El estudio IU comenzó con 319 hombres, seleccionando aquellos que pertenecían al 1`-` y 4° cuartil del polimorfismo CAG y GGN del receptor de andrógenos. Se midió el metabolismo basa] y la capacidad máxima de oxidación de grasas mediante calorimetría indirecta, y las hormonas leptina, testosterona libre y osteocalcina. A su vez, se realizó un estudio longitudinal (-7 años) con los mismos sujetos para la determinación de los cambios en la composición corporal mediante DXA. Los resultados demostraron que el polimorfismo CAG tiene poca o ninguna relación con la masa grasa. Sin embargo, el grupo con un GGN más largo (GGNL) tuvieron menos grasa corporal y troncal que los del grupo corto de GGN (GGNs). Además, el grupo GGN,, obtuvo valores superiores en la capacidad máxima de oxidación de grasas (p=0.06), quienes además acumularon menos masa grasa, particularmente en el tronco, tras el paso de los años. Las diferencias encontradas entre los grupos de GGN no se pudieron atribuir a cambios en el VO;max> ya que éste fue similar en ambos grupos. Por lo tanto, estos dos últimos estudios demuestran que el polimorfismo del receptor de andrógenos, más concretamente el GGN, influye en la acumulación de grasa corporal tanto en hombres como en mujeres. Hemos constatado además, que existe un dimorfismo sexual en la influencia que tiene el polimorfismo del receptor de andrógenos en la acumulación de grasa corporal.
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