México
Las cuestiones relativas a las propiedades especiales en cuestión de los derechos de carácter patrimonial y de los derechos de carácter moral en cuanto a sus alcances, han resultado siempre ambiguos y llenos de lagunas, la razón no es por culpa del legislador sino más bien que en virtud de la materia que se trata, que esta tan ligada a la tecnología, existen y, mucho nos tememos, existirán siempre lagunas, puesto que no somos capaces de llegar a predecir o ver el futuro, el cómo afectaran las conductas de los individuos y ni mucho menos ver los efectos que esto traerán en las nuevas creaciones, esquemas de negocios, contratos y límites del uso de cuestiones tan puntuales, tal y como se tratara a lo largo del presente estudio, la imagen de las personas que hubiesen fallecido. La cuestión de fondo que se pretende abordar es el auténtico derecho que pueden esgrimir, por un lado, parientes, por el otro lado contratos de carácter privado, compañías tanto de cine como de música (y ¿por qué no? otro tipo de empresas que usen la imagen de las personas para promocionarse) que pudieran considerar la comprar la “imagen” y hacer uso de ella, es decir revivir para efectos de publicidad a los artistas ya fallecidos, ¿deben de existir límites para esto? Si es así, ¿de qué tipo? ¿acaso la larga búsqueda de la riqueza, de manera honesta, puede verse limitada por cuestiones de carácter moral o de buen gusto? Para poder llegar a tratar de responder esto, es necesario atacar las preguntas planteadas a través de los dos grandes sistemas de protección de las propiedades especiales, tal y como lo son el sistema Copyright y el sistema de protección de la propiedad intelectual centrado en el Tratado de Berna, tomando en consideración de que, si bien, ambos tienen una esencia similar, sus fines que persiguen como los medios que emplean y su filosofía que subyace dentro de sus esquemas de protección son diametralmente diferentes, lo que hace que, será necesario partir de la cuestión, ¿a través de qué sistema, logro proteger (o explotar, según mi interés) la imagen de una persona ya fallecida?¿cómo puedo legitimar esta pretensión?
The questions relating to special properties in question of the rights of a patrimonial nature and of the rights of a moral character in terms of their scope, have always been ambiguous and full of gaps, the reason is not because of the legislator but rather than in virtue of the matter in question, which is so linked to technology, exist and, we fear, there will always be gaps, since we are not able to predict or see the future, how they will affect the behaviors of individuals and let alone see the effects that this will bring to new creations, business schemes, contracts and limits on the use of such specific issues, as it will be discussed throughout this study, the image of people who have died. The underlying question to be addressed is the true right that relatives can wield, on the one hand, private contracts, both film and music companies (and why not? Other types of companies that use the image of people to promote themselves) who might consider buying the "image" and making use of it, that is, reviving the deceased artists for publicity purposes, should there be limits to this? If so, what type? Can the long search for wealth, honestly, be limited by questions of moral character or good taste? To be able to try to answer this, it is necessary to attack the questions posed through the two great systems of protection of special properties, such as the Copyright system and the intellectual property protection system centered on the Treaty. of Bern, taking into consideration that, although they both have a similar essence, their aims as the means they use and their underlying philosophy within their protection schemes are diametrically different, which means that it will be necessary to start Regarding the question, through what system can I protect (or exploit, according to my interest) the image of a deceased person? How can I legitimize this claim?
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