En 2017, las estrategias para simbolizar la desaparición y para reclamar por alguien que falta se multiplicaron y diversificaron en Argentina, aprovechando las nuevas tecnologías y las redes sociales para gritar de manera exponencial por el esclarecimiento del caso de Santiago Maldonado. Ante la ausencia de cuerpos, durante la última dictadura argentina se planteó, además de la manera de actuar política y legalmente para exigir información, el desafío de su representación. Mientras que el uso de pancartas con fotografías de identidad y, posteriormente, la campaña gráfica de siluetas primaron en Argentina, en Europa ya venían gestándose diversos ensayos visuales para denunciar la desaparición. Surgida en Francia en 1979 y extendida por Europa y Estados Unidos, AIDA se proponía defender la libertad de creación en todos los países del mundo, por lo que su repudio por los “100 artistas argentinos desaparecidos” se desplegó simultáneamente en distintos puntos de los países centrales. ¿De qué manera evidenciar la ausencia? ¿Cómo sensibilizar la opinión pública internacional de la “desaparición”? Este artículo analiza las múltiples e ingeniosas tácticas que desplegó AIDA tanto a través de medios gráficos como de manifestaciones públicas de manera de comprometer a la comunidad internacional a tomar cartas en este asunto.
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