Hagamos un cambio: Construcción industrializada de edificios en el siglo XXI. Realmente puedes realizar un cambio

• Autores: Luis Javier Cuenca López
• Localización: Revista de Derecho, Empresa y Sociedad (REDS), ISSN-e 2340-4647, Nº. 1, 2013, págs. 177-188
• Idioma: español
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    La actual crisis política, social y económica que padecemos es la evidencia de que estamos en el final de una era, por lo que no saldremos de ella si nos empecinamos en adoptar soluciones antiguas y desfasadas a los nuevos problemas que se presentan. Esto sucede en todos los ámbitos, también en el jurídico, en el que son precisos muchos cambios. La crisis del sector de la construcción ha dejado en evidencia, además del desempleo insoportable, unos problemas estructurales en el sector económico, para solucionar éste y algunos otros, se impone un cambio de paradigma si queremos que los pocos sectores económicos que Europa nos dejó tener después de nuestra entrada en la CCE en 1986 (turismo y el sector que lo alimenta –construcción- con el fin de que fuéramos el parque temático de los ricos europeos del norte) vuelvan a renacer de sus cenizas como el ave Fénix, aunque ya no pueda ser de la misma manera.

    En el futuro ya no podemos pensar que todo vuelva a ser como era en los años finales del siglo XX y los primeros del siglo XXI.

    Todos los trabajos que hasta ahora se mantenían con una mano de obra simple y poco formada, no seguirán existiendo si no es con un cambio de paradigma como el que deberá implementarse en el resto de las estructuras del país si queremos que permanezca.

    Esta situación, si somos capaces de aprovecharla, beneficiará al sector de la vivienda. Si industrializamos la construcción del mismo modo que, en su día, Henry Ford industrializó la producción de vehículos automóviles, la fabricación en taller y la mano de obra especializada que para el montaje se necesita encontrará un trabajo mucho más estable y estará mucho mejor formada, con lo cual conseguiríamos una estabilidad social mucho mayor, que nos permitiría un mantenimiento más sostenible del Estado del bienestar y una calidad y precio de la vivienda que beneficie a toda la sociedad española.

  • English

    The current political, social and economic situation we endure is evidence that we are at the end of an era, which we won’t come out of until we adopt old and out-of-step solutions to new problems. This process happens in all scopes, even in the judicial field where a lot of changes are needed. The construction sector’s crisis has proved that apart from the unbearable unemployment, there are also structural problems in the economic sector. A change of paradigm is needed to confront this problem and others too if we want the few economic sectors which Europe gave us after entering into the CEE in 1986 (tourism and the construction sector which supports it.

    The idea was that we would be a theme park for the rich northern Europeans) to reincarnate as a Phoenix bird, although it can never be the same as before.

    In the future, we can no longer think that everything is going to be the same as the end of the 20th century or the beginning of the 21st century.

    All jobs which up-to-now have been sustained with a simple and not well-trained labour will no longer exist if we don’t take on this change which should be implemented in the rest of the country’s structures if we want it to remain.

    This situation, if we are able to take advantage of it, will benefit the housing sector. If we industrialise the construction sector in the same way that Henry Ford did in his day for the vehicle production, manufacture workshop and specialised labourers, which created stability in the work scope and well-trained workers, therefore achieving a social stability with a more sustainable upkeep of the Welfare State and a housing quality and price which would benefit the entire Spanish society.