Málaga, España
Dentro de las funciones atribuidas a los museos y centrándonos en la de difusión, podemos ver que el museo es un agente comunicador en todo su conjunto. Pero para que exista una comunicación tenemos que reunir una serie de elementos ineludibles: el emisor y el receptor (los dos agentes activos en el proceso), el medio (en el cual se desarrolle el proceso comunicativo), un mensaje y un código común al emisor y al receptor. La elección de un código adecuado es decisiva. Solo si existe un código común podrá existir una comunicación. ¿Encontramos en los museos todos los elementos necesarios para poder realizar una comunicación? Por supuesto, un aspecto diferente será si el tratamiento de estos permite una comunicación correcta o no. ¿Cómo solucionamos esta elección del código? Conociendo a los receptores de nuestro mensaje (discurso expositivo). En la medida en que nuestro conocimiento del público real y potencial del museo sea más exhaustivo podremos tener una mayor intervención en el mismo. Este conocimiento de los visitantes permitirá en el futuro atender mejor a sus necesidades, planificando las actividades para un público objetivo bien definido. El desconocimiento de las necesidades físicas, emocionales, cognitivas y comportamentales de los distintos tipos de visitantes hace casi imposible satisfacer las necesidades. Es por ello que el estudio de visitantes es la herramienta imprescindible. A pesar de ello vemos cómo los estudios de visitantes en el ámbito rural actualmente son muy escasos. Consideramos este estudio de público como la primera acción para poder desarrollar una intervención didáctica desde el museo que se base en conocimiento de la comunidad a la que va a dar servicio este museo, en la que surge y en la que se proyecta. Siendo además un elemento de evaluación y de posterior retroalimentación, (feedback) para el mismo. En esta comunicación nos centraremos en la importancia del conocimiento de los visitantes y en la elaboración de algunos cuestionarios básicos de aplicación fácil y sencilla.
Among the functions attributed to museums and focusing on the dissemination understand the museum as a communicator agent throughout a whole. But there is a communication we have to meet a number of unavoidable elements: the two active agents in the process, the sender and receiver (encoder and decoder), we must have an environment in which to develop the communicative process, a message to transmit or receive, depending on the position and assume a common code to the two agents. Only if there is a common code may be communication. The choice of an appropriate code is decisive. Do we find in museums all the necessary elements to perform a communication? Of course, a different aspect is whether treatment of this communication allows correct. As the communication code one of the most difficult to treat. How do we fix this choice of code? Knowing, our message receivers (expository speech). To the extent that our knowledge of the actual and potential public museum more comprehensive and complete we can have more action and intervention with the same. This knowledge of visitors allowed in the future to better serve their needs and plan activities for a well-defined target audience, because the lack of the physical, emotional, cognitive and behavioral different types of visitors almost impossible to satisfy and even , attempting to do so. For this, the study of visitors is an essential tool. Visitor studies in rural areas, despite being paramount, are currently very scarce. We consider this study as the first public action to develop educational intervention from the museum that is based on knowledge of the community they will serve this museum, which arises and which is projected. Being, also an element of subsequent evaluation and feedback, feedback for the same. In this paper we focus on the importance of knowledge of the visitors and the development of some basic questionnaires easy and simple application.
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