En este artículo se aborda lo que representa para el ser humano la vivencia de la última fase vital, la actitud de la enfermera con el paciente terminal y el sentido que tiene el poder acompañarlo y ser útiles a él y a su familia.La muerte, y el paciente terminal, por su íntima relación con ella generan angustia y temor en el equipo de salud, los cuales se reflejan en el aislamiento y en última instancia en la desprotección que sufren tanto el paciente terminal como su familia. Las tesis del Doctor Sporken y la doctora Kubler, retomadas por la autora de este artículo, permite entender las distintas manisfestaciones que se presentan en cada una de las fases terminales y por lo tanto identificar las conductas a seguir por el equipo de salud.
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