León, España
El cine cumple, en ocasiones, una función argumentativa: por un lado refleja la realidad y los estados de creencias de amplios grupos sociales en un momento determinado; por otro, brinda al espectador herramientas para consolidar o criticar esas creencias. En este trabajo analizo cómo el cine es capaz de llevar a cabo ambas tareas propagando y denunciando argumentos apoyados en prejuicios en torno a la homosexualidad. Utilizo como punto de partida el análisis de la película “But… I´m a Cheerleader” (Babbitt, 1999), en la que se puede ver cómo el cine cumple con esta doble función: nos muestra la visión que de la homosexualidad tiene una gran mayoría de la sociedad, pero también cómo esa visión se sustenta en argumentos carentes de solidez (aunque psicológicamente persuasivos): loque en lógica se denominan “falacias”.
Cinema fulfills, in some occasions, an argumentative role: in one hand it reflectsreality and states of beliefs of large social groups in a specific moment; on the other hand, it provides tools to the spectator in order to consolidate or criticize those beliefs. In this article, I have analyzed how cinema is able to carry out both tasks spreading and denouncing arguments supported in prejudices around homosexuality: I use as a point of departure, the analysis of the movie “But…I´m a Cheerleader” (Babbitt, 1999).In which it can be noticed how movie complies with this double role: It shows the vision that a large part of society has of homosexuality and how this vision is supported in arguments without any support (although they are psychologicallypersuasive): what in logics is denominated “fallacies.”
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