Es evidente que cada vez más los teóricos son conscientes de que la expansión de la producción y la riqueza son sólo un medio y el fin debe ser el bienestar humano. De ello resulta que la tarea de la planeación del desarrollo es relacionar el fin con los medios.
Igualmente se ha logrado un concepto de desarrollo humano donde este se entiende como un proceso mediante el cual se amplían las oportunidades de los individuos.
Entre éstas las más importantes son: una vida prolongada y saludable, educación y acceso a los recursos necesarios para tener un nivel de vida decente. Otras oportunidades incluyen la libertad política, la garantía de los derechos humanos y el respeto así mismo (lo que Adam Smith llamó la capacidad de interactuar con otros sin sentirse avergonzado de aparecer en público).
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados