La economía española muestra síntomas cada vez más agudos de desequilibrio, en su vertiente externa. No obstante, mientras la demanda interna siga disparada y aguante el tirón no han de existir problemas graves. Pero la experiencia pasada muestra que es difícil recuperarse de una situación tan crítica de déficit de la balanza comercial. En el pasado, reequilibrar el sector exterior requería de una devaluación o depreciación de la moneda. Tras la integración de nuestra economía en la Unión Monetaria y la introducción del euro, esta opción tan tradicional y española, por su utilización frecuente, está fuera de las posibilidades de uso por parte de las autoridades nacionales. En caso de crisis seria el sector real de la economía el que tendría que afrontar, con severas reducciones del crecimiento y del empleo, el reequilibrio de la balanza comercial.
Durante el primer trimestre de 2005 el número de desempleados se redujo en un 2,8 por ciento hasta situarse ligeramente por debajo de los dos millones cien mil personas. El descenso interanual es del ocho por ciento, lo que equivale a casi doscientas mil personas. La tasa de desempleo se sitúa en un 10,2 por ciento del total de activos. En el curso del segundo trimestre, tradicionalmente generador de más empleo que otros, no es demasiado aventurado esperar que se vea, por primera en España desde hace casi tres décadas, como la tasa de desempleo pasa a cifras de un solo dígito.
En Andalucía, el empleo ha crecido en 50.900 personas (un 1,79%) en este trimestre, y en 179.500 respecto al mismo trimestre de 2004, superando el crecimiento porcentual nacional (6,61% en Andalucía 5,07% a nivel nacional). Esta evolución sitúa la población ocupada en Andalucía en un total de 2.895.500 personas (1.839.100 hombres y 1.056.400 mujeres). La tasa de variación interanual de la ocupación femenina se ha situado en el 10,11% un incremento elevado que señala la fuerte incorporación de la mujer al mercado de trabajo.
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