Plutarco y sus Vidas paralelas
Información General
- Autores: Isaac Zájara Jubitero
- Editores: Amazon Kindle Publishing (KDP)
- Año de publicación: 2024
- País: Estados Unidos
- Idioma: español
- ISBN: 9798875648199
- Texto completo no disponible (Saber más ...)
Resumen
Isaac Zájara comienza por probar que Plutarco de Chæronea (o Queronea) y Epafrodito de Chæronea son una misma y única persona física. A partir de su ingente producción literaria, sabemos que Plutarco fue un infatigable escritor de obras de contenido ético, algo que también podemos predicar de Jesús-bar-Filipo (Marcos Evangelista): los dos escriben en griego y coinciden en que son pseudo-historiadores y filósofos moralistas coetáneos; uno y otro compartieron un mismo ámbito territorial: Egipto, Grecia, Asia menor y Roma; los dos fungieron de sumos-sacerdotes; ambos fueron amigos de Nerón, de Vespasiano, de Trajano y de Plinio “el joven”; y la figura de Platón inspira a los dos. Con tales precedentes, ¿es posible que Plutarco y Jesús-bar-Filipo no se conocieran en persona? Por otro lado, sabemos que Jesús-bar-Filipo publicó el Evangelio según Marcos en el año 72 d.C. Hasta ese momento su ética es lo que hemos denominado “cristoicismo” (cristianismo + estoicismo), o bien gentilo-cristianismo, que es precisamente la ética que propugna Plutarco en sus obras; al efecto, se ha de recordar que el cristianismo evangélico no nace de la noche a la mañana por predicación directa de Jesús de Nazareth, sino que se va gestando a lo largo de 40 años (31-71) hasta adoptar el formato del Nuevo Testamento; dicho proceso arrancó en el pitagorismo, pasó por el judaísmo vetero-testamentario, por el estoicismo y por el platonismo (propio de los misterios eleusinos) hasta desembocar en el mensaje cristiano de salvación.
Se nos dice que Plutarco de Chæronea vivió entre los años 46 y 120; pero sabemos que los escribas cristianos del siglo I no contaron la verdad de lo que pasó en dicha centuria. En el caso de Plutarco no fueron necesarias grandes mentiras: basta retrasar su lapso vital menos de tres décadas para situarlo en sus coordenadas reales (19-95 d.C.); una vez ahí, y ubicado –necesariamente– bajo el paraguas de Jesús-bar-Filipo (19-101 d.C.), observamos que su biografía encaja con la de su paisano, Epafrodito de Chæronea, con quien le identificamos.
Ello comporta que: (1) el maestro de Plutarco, un filósofo platónico ateniense de nombre “Ammonio”, es –en verdad– un criptónimo de Jesús-bar-Filipo; (2) que las matemáticas que le enseñaba Ammonio son el pitagorismo que practicaba el joven Jesús-bar-Filipo; (3) que la Academia de Atenas donde estudió Plutarco estaba regida por Jesús-bar-Filipo; (4) que el Santuario de Delfos donde Plutarco oficiaba de sumo-sacerdote era un templo gentilo-cristiano; (5) que el dios Apolo, al que Plutarco rendía culto, es una “pre-encarnación” de Cristo Resucitado; y (6) que Oráculo de Delfos es una Cristofanía, es decir, una manifestación de Cristo en forma de profecía gentilo-cristiana, equivalente a las profecías bíblicas.
En suma, es gentilo-cristiana toda producción literaria de Plutarco, conocida como «catálogo de Lamprias», con 227 títulos de los que se conservan 78; entre ellos, destacan: Vidas paralelas, Symposiaká o Charlas de sobremesa, Moralia u Obras morales y de costumbres, Sobre la malicia de Heródoto, Dichos de espartanos y espartanas, Vidas de emperadores romanos [desde Augusto a Vitellio, pero sólo perdura la de Galba-Otho (Suetonio podría haber vampirizado esta obra, redactando un texto similar)], Diálogo sobre el Amor (Ερωτικος), Cuestiones romanas (Αίτια Ρωμαϊκά), Cuestiones griegas (Αίτια Ελληνικά), etc.
Por otra parte, Epafrodito de Chæronea, junto con Plinio “el viejo”, era el amigo más íntimo e inseparable de Jesús-bar-Filipo. Los tres eran coetáneos (nacidos circa 19 d.C.); se conocieron en Egipto en el año 30 y permanecieron unidos hasta sus respectivas muertes: la de Plinio “el viejo” ocurrida en 79 d.C., con ocasión de la erupción del Vesubio; la de Epafrodito de Chæronea en el año 95 d.C., asesinado por orden de Domiciano.
La voz Επαφροδιτος (Epafrodito) significa 'dedicado a Afrodita-Venus' (diosa del amor venéreo); “Epafrodito” no es un cognomen sino un mote que denota orientación gay; de hecho, no conocemos que Epafrodito se hubiera casado en sus 76 años de vida. Tampoco se casó Plinio “el viejo”; junto con Jesús-bar-Filipo, eran tres “maricas socráticos” (Socraticos cinædi), con arreglo a la precisa expresión que les da Juvenal (Sátiras II.10-11). En suma, Epafrodito de Chæronea permaneció 65 años estrechamente unido a Jesús-bar-Filipo.
Epafrodito de Chæronea (Tiberio Claudio Epafrodito) es el secretario personal de Jesús-bar-Filipo en Roma, a la par que un infiltrado permanente suyo en el palacio imperial; ya ocupaba tal posición en tiempos de Claudio, quien le contrata como apparitor Caesarum, como viator tribunicius y como a libellis; trabajó, así mismo, para Agrippina Minor como “astrólogo” (experto en asuntos relativos al firmamento celestial, esto es, al Reino de los Cielos); “vio” entonces pasar un cometa que presagiaba la muerte de una gran personalidad y, en efecto, poco después fue asesinada Agrippina Minor, madre de Nerón. Epafrodito asiste –supuestamente– a Nerón en el momento de su “suicidio literario” (Dion Cassio, Historia romana LXIII.29).
En Roma, Epafrodito residía en una mansión ajardinada en la colina del Esquilino; allí abrió una escuela y fundó una biblioteca, que contaba –según se dice– con 30.000 rollos; en realidad, Epafrodito estaba al frente de un taller editorial dedicado al copiado de textos: cabalmente los rollos de papiro que iban escribiendo simultáneamente Jesús-bar-Filipo, el propio Epafrodito, el citado Plinio “el viejo” y otros escribas cristianos coetáneos (tarea que continuarán los monjes a lo largo de toda la Edad Media). Epafrodito publicó varios libros: (a) Comentario sobre Homero, del que se conservan fragmentos; (b) Comentario sobre Aitia de Callímaco de Cirene, al que se refieren con frecuencia Esteban de Bizancio y el Escoliasta de Æsquilo; (c) Comentario sobre el escudo de Herakles, a veces atribuido a Hesíodo; y (d) dos obras tituladas Lexeis ("Estilos literarios") y Περι στοιχεον (Sobre los elementos del lenguaje").
Su producción literaria, bajo el seudónimo “Plutarco”, de la que forma parte Vidas paralelas (obra exhaustivamente analizada en este libro) es anterior al 72 d.C., año en que Jesús-bar-Filipo publica el Evangelio según Marcos.
En Plutarco y sus Vidas paralelas, Isaac Zájara demuestra que todos los biografiados por este moralista son personajes de ficción; a ellos atribuye dicho autor un determinado contenido moral, de nítido sesgo gentilo-cristiano (aún no evangélico). De igual manera que los judeo-cristianos contaban en el Tanakh con diversos personajes (Moisés, Elías, rey David, etc.) que inspiraban una cierta conducta, Plutarco, con sus pseudo-biografías, comunica a los fieles gentilo-cristianos una determinada escala de valores; ello es así porque –según decimos– Jesús-bar-Filipo aún no ha publicado el Evangelio según Marcos, con su ya definitivo mensaje de salvación.
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