A principios del siglo IV d.C., cuando se inició la construcción de Can Blai, primaron sus funciones defensivas: disuadir un desembarco en la isla, controlar los movimientos de los barcos que pasaban por el este, el sur de la isla y aquellos que pudieran amenazar la capital, Ebusus, desde el norte. Se utilizaron materiales locales, pero una técnica extranjera. Esta técnica constructiva confiere al edificio la apariencia de una construcción de gran escala y de un bastión inexpugnable. Dos conocidos puestos de control completan este sistema de vigilancia costera. Al mismo tiempo, la circulación monetaria de Ebusus y Menorca escapó de la distribución normal entre el efectivo de Constantino y el de Majencio: en Ebusus las monedas del usurpador Majencio excedían las emitidas por Constantino. La sobrerrepresentación del primero probablemente esté relacionada con la presencia de sus tropas. A la presencia de este efectivo en las islas, vinculado a las tropas de Majencio, y a que la fortificación militar quedó inacabada, se suma la posición fronteriza de las Islas Baleares, situada entre los territorios controlados por cada uno de los pretendientes a las sucesión a la cabeza del Imperio, y la posición del puerto de Ibiza como escala entre los principales puertos de estos territorios peninsulares, Italia o el norte de África.
págs. 15-19
págs. 21-24
págs. 25-39
págs. 41-83
Jordi H. Fernández Gómez, Ricardo González Villaescusa, Gilles Fronteau, Alejandro Quevedo Sánchez, Patricia Vázquez, Thomas Terrasse
págs. 85-152
Formentera antes y después de Can Blai
Ricardo González Villaescusa, Pierre-Yves Larrat, Frédérique Bertoncello, Alejandro Quevedo Sánchez
págs. 153-161
págs. 163-177
págs. 179-182
Comparación del nivel constructivo y del volumen recuperado en excavación de Can Blai
Ricardo González Villaescusa, Thomas Terrasse, Esther Vidal Ros
págs. 205-208
págs. 209-210
págs. 211-216
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