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Modelización de la pesca. Propuesta para una regulación de las pesquerías de cerco andaluzas

Imagen de portada del libro Modelización de la pesca. Propuesta para una regulación de las pesquerías de cerco andaluzas

Información General

Resumen

  • español

    La gestión de los recursos pesqueros sigue estando marcada en la actualidad por criterios de carácter biológico, sin apenas considerar que las fuerzas que impulsan a los pescadores a sobre-explotar un recurso son, básicamente, de carácter económico. En el trabajo se desarrolla una metodología integradora que permite la implementación de políticas sostenibles de gestión de pesquerías pero garantizando la obtención de la máxima ganancia a las diferentes unidades de pesca, aplicándola a la pesquería de boquerón (Engraulis encrasicholus) de la Región Suratlántica (Golfo de Cádiz). La metodología propuesta se sustenta en la formulación de modelos no lineales stock-reclutamiento, en los que la población de peces se estima mediante algoritmos bayesianos diseñados para la estimación de modelos no lineales con componentes no observables. Los parámetros biológicos determinados permiten evaluar el stock y establecer el nivel máximo de capturas sostenibles. Haciendo uso de técnicas de Programación Dinámica, y tras un análisis de la estructura de costes de las unidades de pesca y de la demanda en primera venta, se obtienen las trayectorias óptimas de extracción del recurso. Finalmente, se implementan diversas políticas de gestión (limitación del esfuerzo pesquero, fijación de cuotas de capturas, medidas impositivas, sistemas ITQ de cuotas individuales transferibles sobre capturas o esfuerzo, etc...), analizando sus efectos bajo diferentes escenarios. Como conclusiones fundamentales destacan la ineficiencia de los actuales sistemas de gestión del stock, la situación de sobreexplotación a la que éste se encuentra sometido y lo relativamente sencillo que sería lograr una explotación racional del recurso si la Administración adoptase medidas de gestión tales como las recomendadas.

    A pesar de la existencia de un cuerpo doctrinal extenso y prolífico sobre la formulación de políticas de gestión de pesquerías bajo criterios de carácter socioeconómico, su aplicación real a pesquerías concretas denuestro entorno inmediato ha sido y es, cuando menos, anecdótica. No parece que, hasta ahora, los organismos asesores de la Administración Pesquera, ya sea Comunitaria, Nacional o Regional, utilicen instrumentos distintos de los meramente biológicos, lo cual, como veremos a lo largo de este trabajo, puede limitar la aplicabilidad real de las políticas diseñadas para gestionar las pesquerías.

    El armador, como todo empresario individual, trata de maximizar sus beneficios o, al menos, de no situarse en situación de perdidas. Una política que olvide esta realidad tendrá, por consiguiente, pocas probabilidades de éxito, dado que forzará a los pescadores al incumplimiento de las normas establecidas. De hecho, las fuerzas que les impulsan a sobreexplotar una pesquería son, básicamente, de carácter socioeconómico. Como destacó H. Scott Gordon en 1953, la sobrepesca no es más que el resultado de la carrera competitiva de los pescadores para hacerse con el recurso bajo una conducta individual guiada por la maximización de beneficios, de forma que siempre que esperen obtener ganancias adicionales se incorporaran nuevas unidades a la pesquería, hasta el punto en el cual toda la renta que ésta podría generar se disipe.

    Sólo situando al recurso bajo alguna forma de gestión centralizada podría impedirse que la flota llegue a operar a niveles de mera subsistencia y, por consiguiente, lograr que los pescadores obtengan alguna ganancia o renta en su actividad diaria. No obstante, incluso algunas de las medidas de gestión más utilizadas suelen olvidar éste principio básico, por lo que no sólo no logran el fin de la carrera competitiva, sino que incluso pueden forzar el ritmo de extracción o empeorar la situación económica de los pescadores. Para ilustrar estas afirmaciones vamos a analizarla mediante la formulación de un modelo bioeconómico para una pesquería concreta: la de boquerón de la Región Suratlántica Española, incluida en la ICES IXa.

    El boquerón o anchoa (Engraulis encrasicholus) es un pequeño pelágico con stoks distribuidos a lo largo del litoral atlántico europeo y del Mar Mediterráneo, que han sido explotados desde la más remota antigüedad. Tiene un carácter gregario, formando cardúmenes de millones de individuos que en determinadas épocas del año se acercan a la costa yllegan a penetrar en las embocaduras de los grandes ríos. El stock explotado suele estar integrado en más del 80% por individuos originados en la puesta del año anterior, cuyo reclutamiento se produce cuando alcanzan una talla media de 12 cm. y pesan aproximadamente 13 grs. No obstante, suelen encontrarse individuos de más de tres años en capturas realizadas en aguas lejanas a la costa. Su elevada estenotermia origina la alternancia de períodos de capturas excepcionales con otras normales o reducidas en función de parámetros climáticos que afectan a la puesta anual.

    En la Región Suratlántica su explotación se realiza por parte de la flota de cerco litoral, basada fundamentalmente en Barbate (Cádiz) y en otros puertos como Punta Umbría e Isla Cristina en la provincia de Huelva. No obstante, la flota de Barbate suele alternar la captura de boquerón del Golfo de Cádiz con la explotación de aguas marroquíes, y dado que las series de sus desembarcos no distinguen entre ambos orígenes, optaremos por limitarnos al análisis de los desembarcos y series de esfuerzo de la flota con base en la Provincia de Huelva. Históricamente su captura, que la flota alterna con la de sardina (Sardina pilchardus), caballa o estornino (Scomber japonicus) y jurel (Trachurus trachurus) se realizaba hasta bien entrada la década de los setenta para su transformación en harina de pescado, si bien una porción importante se destinaba al consumo en fresco y algo a salazón o conservas, sin que hasta dicho período pudiera considerarse como la especie objetivo de la flota de cerco.

    No obstante, a partir de 1971 se produce la ruina de la pesquería de chirla (Chamelea gallina) que pasa de las 20.000 Tm. anuales de 1969 a apenas 3 Tm. en 1973, de forma que una porción importante de las embarcaciones de rastro remolcado son despachadas para la pesca de trasmallo, cerco y rastro, posibilitando su participación en la pesquería.

    Entre 1971 y 1975 las capturas de boquerón en el caladero marroquí se reducen drásticamente, pasando de 20.000 Tm. a menos de 2.000 Tm., dando lugar a un crecimiento del precio de más del 200% en este período, induciendo a los pescadores a incrementar la producción, creciendo la intensidad de pesca de forma que durante año y medio (hasta enero de1976) se producen capturas excepcionalmente altas, que provocan la sobreexplotación del stock y la actuación de las autoridades limitando tallas y estableciendo taras máximas. Progresivamente el boquerón se ha convertido en la especie más demandada para su consumo en fresco, lo que ha ocasionado que el mantenimiento de la presión sobre el stock. No obstante, la regulación de la modalidad de cerco en 1985 y, especialmente, la intensa demanda de Caballa por la industria conservera local entre 1984 y 1987, posibilitan una reducción de la intensidad de pesca y la ulterior recuperación en las capturas, que pasa de las 324 Tm. de 1986 a las 1.035 Tm. de 1995, en los puertos de la provincia de Huelva. En 1991, la SGPM pone en marcha los planes de pesca del boquerón, de forma que autoriza estacionalmente a embarcaciones, que fueron expulsadas del censo de cerco en 1985 por no alcanzar las 20 TRB, para la pesca de boquerón, durante tres meses al año (de febrero a mayo), excluyendo la actuación del resto de la flota (monovalentes) entre los meses de noviembre y enero.

    En la actualidad, se conceden permisos temporales para la pesca de boquerón a 15 embarcaciones (polivalentes), totalizando 158 TRB, una potencia de 1.501 CV y 67 tripulantes, mientras que en el censo de cerco (monovalentes), se encuentran incluidas 23 embarcaciones con un total de 490 TRB, 3.580 CV y 169 Tripulantes. La flota en su conjunto esta integrada por 38 unidades con un arqueo medio de 17 TRB, una potencia media de 134 CV y 6,2 tripulantes por término medio.

    En cuanto a la cotización obtenida en origen por las capturas, oscila en función del precio medio de la red de mercados centrales, muy condicionado por las importaciones de terceros países (Italia, Francia y Marruecos, principalmente), de forma que entre 1990 y 1995 ha fluctuado alrededor de las 350 ptas./Kg., sin que pueda constatarse una relación entre volúmenes desembarcados y cotización, lo que no es más que una evidencia del control del mercado por parte de los exportadores, que suelen ser agentes de asentistas de la red Mercasa (Madrid y Sevilla). Por tanto, es el precio nacional el que determina la cotización en origen, por lo que supondremos una demanda perfectamente elástica en primera venta.

    La pesquería de boquerón de la región suratlántica mostró aprincipios de la década de los 80 graves síntomas de sobreexplotación. No obstante, reducción del esfuerzo a mediados de dicha década ha posibilitado una recuperación significativa del stock, se requiere aún un descenso del esfuerzo desarrollado para que esta pesquería pueda considerarse que opera a niveles óptimos.

    Hemos analizado la situación del stock y determinado los niveles óptimos de esfuerzo y capturas para lograr la maximización del valor actual de la utilidad social neta de la pesquería. Asimismo, se han evaluado las diferentes formas de regulación que permitirían situar la pesquería en el nivel deseado y se han determinado las trayectorias de aproximación a dicho equilibrio. No obstante, somos conscientes de que todos los resultados obtenidos descansan sobre las estimaciones realizadas, y por consiguiente, sobre la información estadística disponible.

    Desgraciadamente, las actuales estadísticas pesqueras adolecen de graves defectos, tanto en la forma de recoger dicha información como en la fiabilidad de lo recogido, por lo que ,quizás, este trabajo debe entenderse como una muestra de lo podría hacerse si se dispusiera de una información aceptablemente veraz.

    La metodología expuesta a lo largo de éste trabajo puede ser una alternativa aplicable en casos en los cuales exista poca o ninguna información biológica sobre el stock que se desee analizar, como ocurre con muchas pesquerías del Mediterráneo y la Región Suratlántica. El método de estimación de biomasas y parámetros biológicos puede, además, generalizarse fácilmente a modelos multicohorte y con generaciones superpuestas, e incorporar cualquier información disponible sobre evaluaciones directas sin más que modificar las distribuciones a priori del período correspondiente. Asimismo, la determinación de los niveles óptimos de stock, medidas regulatorias eficientes y trayectorias de aproximación tal y como se han expuesto en éste trabajo, permiten gestionar pesquerías de pequeña dimensión que, en ocasiones, quedan diluidas en la clasificación estadística por grandes áreas de gestión utilizadas en el Atlántico.

  • English

    Despite the fact that there is a prolific and extensive literature on formulating fishery management policies under socio-economic criteria, its actual application to specific fisheries in the European Union has been and is almost non existent. Until now, it seems that the mangement agencies of the Fishery Administration, whether they are European, national or regional, are not using any different instruments than those used in biology, which, as we will see throughout this paper, can restrict the full application of the policies drawn up to manage the fisheries.

    The fisherman, like every businessman, tries to make as much profit as is possible or at worst not to make any loss. A policy which ignores this reality will have, as a consequence, limited chances of success, given that it will be difficult for the fisherman to comply with the rules set out. The factors which force the fishermen to overexploit a fishing ground are basically socio-economic. As H. Scott Gordon pointed out in 1953, overfishing is the result of the competitive race between each individual fisherman to get hold of resources to maximise his profits.

    Therefore, whenever they expect to make any additional profits from the resources they bring in new vessels to the fishery, up to the point that all the income that could be generated by the fishery is disippated. Just by putting the resources under some form of centralised management, the fleet could be prevented from operating on mere subsistence levels and, as a consequence, enable the fishermen to make some profit or income from their daily activity. However, this basic principle is forgotten by even some of the most common management measures which is why they are not only unable to reach the end of the competitive race but they can take exploitation to the extreme or even worsen the economic situation of the fisherman. In order to illustrate this we are going to analyse it through drawing up a bioeconomic model for a specific fishery: the anchovy fishery in the Spanish South Atlantic Region, included in the IXa statistical area of the International Council for the Exploration of the Sea(ICES).

    The anchovy (Engraulis encrasicholus) is a small pelagic fish with stocks distributed throughout the Mediterranean and the EuropeanAtlantic coast which have been exploited ever since one can remember. It has a gregarious character, which forms shoals of millions of fish which, in certain periods of the year, are found near the coast and even enter the mouths of large rivers. The exploited stock is usually formed by more than 80% of the fish from the captures of the previous year, which are caught when they reach an average size of 12 cm and weigh approximately 13 grs. However, it is quite common to find 3 year old fish in yield carried out in waters far from the coast. Its high relation of the temperature leads to good and bad periods where the catch varies from being exceptional, normal or minimal, depending on the climatic parameters which affect the annual harvest.

    In the South Atlantic Region, the exploitation of anchovies is carried out by the coastal purse seine fleet, mainly located in Barbate (Cádiz) and in other ports such as Punta Umbría and Isla Cristina in the province of Huelva. However, the Barbate fleet often alternates the anchovy catch from the Gulf of Cádiz with the exploitation in Moroccan waters, and, because the vessels are used for both expeditions, one cannot distinguish the origin of the boats. This is the reason why we are to concentrate on the analysis of the harvest and the effort series of the fleet based in the Province of Huelva. In the past, the anchovy catch, which the fleet alternatedwithsardines (Sardina pilchardus), yellow jack (Trachurus trachurus) and spanish mackerel (Scomber japonicus), continued well into the seventies, when it was used as fish flour. Although a sizeable amount was directed towards salted fish, canned fish or fresh fish consumption, anchovies were not considered to be an important catch for the seine fleet until the end of the seventies. However, after 1971, the "chirla" fishery (Chamelea gallina) experienced a sharp decline, it fell from 20,000 Tm in 1969 to just 3 Tm in 1973, in such a way that a sizeable amount of the towed rake vessels were used for trammel net, seine and rake fishing, so that they could be used in the fishery. Between 1971 and 1975, anchovy yield in the Moroccan fishing grounds (place used for casting fish nets)were drastically reduced, falling from 20,000 Tm to less than 2,000 Tm, causing a 200% increase in the price during this period, forcing the fishermen to increase production, thus the intensity of fishing is increased to such an extent that for a year and a half (until Jan 1976) there were extremely large catches. This brought about overexploitation of stock and the authorities having to limit the size of the caught fish and establish maximum tares. Little by little, the anchovy has become the fish with the greatest demand in fresh fish consumption, which has increased pressure on stock.

    However, the regulation of seine fishing in 1985 and, more specifically, the extremely high mackerel demand by the local canning industry between 1984 and 1987, made it possible for there to be a reduction in the intensity of fishing and further yield recovery, which increased from 324 Tm in 1986 to 1,035 Tm in 1995, in the fishing ports in the province of Huelva. In 1991, the "Secretaría General de Pesca Marítima" (SGPM) set out a plan for anchovy fishing. It authorised seasonal shipping, which was prohibited from the seine census of 1985 because it did not reach 20 GRT, for anchovy fishing, for three months a year (from February to May), excluding the rest of the fleet (single purpose) between the months of November and January.

    At present, temporary licenses for anchovy fishing are granted to 15 vessels (multipurpose), with a total of 158 GTR, a power of 1,501 horsepower and 67 crew size, whereas in the seine census (single purpose), there are 23 vessels with a total of 490 GTR, 3,580 HP and 169 crew members. The fleet as a whole is composed of 38 vessels with an average capacity of 17 GTR, an average power of 134 HP and an average of 6.2 crew members. The landing price set by the yield varies according to the average price of the network of central markets. This price is very much determined by imports from other countries (mainly Italy, France and Morocco), for this reason between 1990 and 1995 it has fluctuated around 350 PTA/Kg, making it impossible for there to be a relation between the landing and the price. This is very clear evidence of the control of the market by exporters who are usually agents' suppliers in the Mercasa network (Madrid and Seville). Therefore, it is the national price which determines the landing price, which is why we will allow a infinitely elastic demand for wholesale.

    The anchovy fishery of the South Atlantic Region showed at the beginning of the eighties serious signs of overexploitation. However, the reduction of effort during the mid-eighties made it possible for a significant recuperation of stock, but we still need a decrease in developed effort so that this fishery can be considered to operate on optimal levels.

    We have analysed the situation of the stock and determined the optimal effort and catch levels to reach the maximisation of today's value of the net social profit of the fishery. Likewise, we have evaluated the different forms of regulation which will permit the fishery to work on the desired level and we have determined the approximation development of the maintained equilibrium. Nevertheless, we are aware that all the results come from estimates we have made, therefore, from the statistical information we had available. Unfortunately, today's fishery statistics have considerable errors, both in the way the aforementioned information is collected and its reliability. For which perhaps, this paper must be taken as a sample of what could be possible if we were to have the correct information at our disposal.

    The methodology used throughout this paper can be an applicable alternative in cases where there is little or no biological information on the stock which we want to analyse, as happens with many fisheries in the Mediterranean and in the South Atlantic Region. Furthermore, the method of estimating the biological parameters and biomass can be easily generalised to multicohort models and with superimposedgenerations, and incorporate any other information available on direct evaluation simply by modifying the a priori distributions of the corresponding period. Likewise, the determining of the optimal stock levels, efficient regulation measures and approximation paths just as it has been presented in this paper, allow us to manage small fisheries that, on some occasions, are diluted in the statistic classification by large management areas used in the Atlantic

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