Alonso García es un licenciado cínico y lleno de misantropía, que ha sabido vivir y medrar gracias a su aguda inteligencia y a su nulo respeto hacia ninguna clase de idealismo moral. Vive en Madrid, desengañado de sus semejantes y sin más esperanzas que las de acceder al oficio clerical, no tanto por devoción sincera como por optar a una vida retirada, tranquila y alejada de toda sociedad. Un día conoce al diputado extremeño Juan Vegas, hombre de escasas entendederas, excéntrico, quijotesco y vergonzosamente ingenuo por haberse criado lejos de todo núcleo urbano. Aunque carece de maldad alguna, no demuestra conocer del mundo más que las impresiones superficiales y se siente incapaz de adaptarse a la vida en la capital, a la que ha acudido para desempeñar algunos recados. Avivado tal vez por un improbable altruismo, o quizá por avidez de favores políticos, Alonso accede a ayudar y preparar a Juan para la vida en la corte mediante sucesivos paseos por la ciudad, en los que pretende hacerle ver, mediante versos, consejos y juicios críticos, la miserable realidad de los humanos en general y de los madrileños en particular.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados