Alberto de Miguel Hidalgo, Javier Parra Domínguez, José Manuel Benzinho
En el mundo global en que vivimos, bien vale la pena que si no utilizada dicha “globalidad”, si cuando menos, sea practicada; practicada como la excusa definitiva para poner rumbo conjunto y firme entre España y Portugal, aunque nunca habría de haberse separado, hacia las nuevas exigencias económicas, que no son otras que una integración mundial de los modelos competitivos, del conocimiento, de la innovación, la creatividad y la cultura. Todo ello pasa claramente por la mitigación, o incluso la eliminación de elementos que perturban lo que el camino marca, la unión obligada de regiones como son la Beira Interior Norte y la provincia de Salamanca. Debemos ser conscientes, y suficiente literatura hay escrita al respecto, de que la propia globalización nos lleva hacia un terreno más difícil de transitar para las regiones marginales europeas como la nuestra, y de que como toda ruta “cuesta arriba”, bien se avanza de manera conjunta.
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