El 20 de julio de 1944, Adolf Hitler sufrió un atentado con bomba orquestado por conspiradores civiles y militares que era parte de la conocida como Operación Valquiria. Hitler sobrevivió, pero sufrió cortes en la frente, abrasiones y quemaduras e incluso ampollas en brazos y piernas, algunas de las cuales fueron invadidas por astillas de madera que eran especialmente preocupantes porque podían originar un proceso septicémico. Los médicos temieron por la vida del Führer y administraron penicilina para evitar las infecciones...
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