Ayuda
Ir al contenido

Dialnet


Resumen de Ignacio del Río o la oscura claridad del arte: del 31 de marzo al 29 de mayo de 2016. Fórum Evolución, Burgos

Ignacio del Río (il.)

  • El espacio dedicado a exposiciones temporales del Fórum Evolución Burgos acoge, hasta el próximo 29 de mayo, una muestra dedicada al pintor burgalés Ignacio del Río fallecido el pasado 31 de julio de 2015. La exposición recoge una selección de las obras más representativas del autor, acompañado de un breve vídeo con unas sinceras reflexiones del pintor sobre la vida y la pintura; reflexiones que también salpican los distintos espacios en los que se exhibe la obra.

    Ignacio del Río da sus primeros pasos en el mundo del arte acudiendo a las academias de dibujo del Espolón y los Sindicatos de su ciudad natal. Una formación nocturna que compaginaba con su trabajo de aprendiz de delineante en la Fundación de Giménez Cuende. Eran los primeros cincuenta y su puesta de largo ante la sociedad burgalesa de la época se produce en 1953 al ganar, con 14 años, el I Premio de Dibujo de la Academia Provincial de Bellas Artes. Dicho reconocimiento le valdría a Ignacio el poder exponer, por primera vez, en el Teatro Principal de Burgos, así como conseguir una beca por parte de la Diputación Provincial. Con dicha beca el joven pintor viaja a París, donde conoce a personajes tan ilustres como Rafael Alberti o María Teresa León. Pero el mayor impacto lo recibe al entablar amistad con Picasso quien le invita a exponer en la Exposición Colectiva de Pintores Españoles en París realizada en homenaje a Antonio Machado. La estancia parisina cambiará por completo a Ignacio. A partir de entonces hará compatibles los retornos burgaleses con sus escapadas al extranjero. París, el Caribe, Holanda, California, Atenas, Montreal o Turquía han sido algunas de los lugares en los que Ignacio ha residido y en los que ha encontrado material para enriquecer su pintura.

    Desde el punto de vista pictórico, Ignacio del Río ha desarrollado una obra que se encuentra claramente anclada con la realidad y donde la materia brilla con luz propia. Los pasteles, el óleo, el acrílico o la mixta, transitan por el lienzo, el cartón o la tabla, para dar forma a lo que el propio pintor definía como sueños. Retratos, obras de denuncia social, marinas, bodegones, gallos, paisajes…son solo algunos de los sueños que Ignacio mostraba al espectador. Unos temas que destacan por la riqueza de la gama cromática y la forma de trabajar la materia en la mayor parte de los casos con la paleta como protagonista. Contemplar de cerca los cuadros de Ignacio del Río es encontrar influencias de diferentes movimientos artísticos. Del Impresionismo al expresionismo. Del surrealismo al cubismo. E incluso, porqué no decirlo, de la abstracción. Porque pese a que el propio pintor declaraba lo contrario, el primer contacto visual con sus cuadros es el de encontrarnos ante una obra abstracta que envuelve la realidad. Una pintura que no engaña al espectador pues su aparente abstracción esconde un gran conocimiento de la cocina y trastienda del oficio artístico.

    La exposición, Ignacio del Río o la oscura claridad del arte supone, en definitiva, una buena oportunidad para rendir homenaje a una de las figuras más significativas del panorama artístico burgalés quien, a pesar de sus escapadas, siempre ha estado ligado a sus raíces. Como demuestra la cita anual del autor en el Arco de Santa María, improvisado regalo navideño que el autor compartía con todos sus paisanos.


Fundación Dialnet

Dialnet Plus

  • Más información sobre Dialnet Plus