Hace 7000 años una sociedad de agricultores y ganaderos neolíticos eligió como asentamiento la misma eminencia rocosa en la que milenios más tarde se erigiría el Castillo de Doña Mencía, fortificación medieval que constituyó el núcleo originario de la actual localidad. Estos pobladores primigenios cultivaron cereales, trigo y cebada, junto a leguminosas como lentejas o habas, pastoreando principalmente ovejas y cabras, en un paisaje vegetal dominado por encinares y acebuchales, del que aprovecharon sus frutos silvestres, y donde cazaron animales salvajes tales como ciervos, conejos y algunas aves. Además de los desechos de su alimentación, las excavaciones han permitido recuperar restos de las cerámicas que fabricaban, en muchos casos decoradas con motivos incisos e impresos o coloreadas de almagra; los útiles de hueso, piedra tallada y pulimentada que utilizaban en las labores cotidianas y artesanales, y los objetos de ornato corporal que lucían, fabricados en ocasiones con materias primas lejanas.
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Castillo de Doña Mencía: la intervención del verano de 2012
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Los restos faunísticos del Neolítico del Castillo de Doña Mencía: ¿preferencias ganaderas o especialización pastoril en el Subbético y Campiña Alta de la Andalucía central?
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Los macrorrestos vegetales en el Castillo de Doña Mencía: espacios forestales y actividad agraria
Guillem Pérez Jordà, Yolanda Carrión Marco, Leonor Peña Chocarro
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