Ha sido reseñado en:
"San Telmo, arte e iconografía (memoria lusoespañola del 'corpo santo')"
José Manuel García Iglesias (res.)
Quintana: revista de estudios do Departamento de Historia da Arte, ISSN-e 1579-7414, Nº. 16, 2017, págs. 432-434
"San Telmo, arte e iconografía: (memoria lusoespañola del 'Corpo Santo')"
Miguel Cortés Arrese (res.)
BSAA Arte, ISSN 1888-9751, Nº. 84, 2018, págs. 402-404
ANDRÉS ORDAX, Salvador. "San Telmo, Arte e Iconografía (memoria lusoespa- ñola del «Corpus Santo»)": Edición de la Fundación Las Edades del Hombre, Valladolid, 2017, 228 pp., 342 ilustraciones en color y blanco y negro. I.S.B.N. 978-84-88265-69-2
Pilar Mogollón Cano-Cortés (res.)
Norba: Revista de arte, ISSN 0213-2214, Nº 38, 2018, págs. 274-276
Con motivo de la reciente celebración del octavo centenario de la Bula “Religiosam Vitam”, por la que el papa Honorio III confirmó la Orden de Predicadores fundada por Santo Domingo de Guzmán, la Fundación Las Edades del Hombre edita este estudio, “San Telmo, arte e iconografía”, realizado por el profesor Salvador Andrés Ordax y dedicado a uno de sus frailes más tempranos.
San Telmo nació en Frómista alrededor de 1185. Se formó en el “Studium Generale” de Palencia y fue canónigo y posteriormente Deán de su catedral, pero cambió de orientación su vida religiosa al ingresar en el Convento de Dominicos de San Pablo, poco antes fundado por Santo Domingo de Guzmán. Su vocación le llevó a desempeñar su labor entorno al río Miño, en Galicia y el norte de Portugal, concretamente en la diócesis de Tuy, donde muere en 1246 y es enterrado en su catedral. San Telmo es venerado como patrono de los navegantes.
El libro analiza en un primer capítulo aspectos de su personalidad y circunstancias vitales, así como los “nombres” con que ha sido conocido (Pedro González, Telmo y Corpo Santo). El segundo se ocupa de los tipos iconográficos, temas y series con que es representado. Un tercer capítulo se dedica a las huellas de San Telmo en las costas lusoespañolas de la península e islas (Canarias, Madeira, Azores o Baleares) y eco ultramarino. Destaca en otro capítulo nueve monumentos con singular iconografía en Portugal y España. Además, relaciona una serie de conventos dominicos y catedrales en que es representado. El epílogo se ocupa de su representación en los órganos de la catedral de Tuy donde es efigiado como Apóstol ecuestre, evocando al ejemplo de Compostela.
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