Solemos utilizar acertadamente los salmos como textos para rezar. El Salterio, es decir, la lectura continua y concatenada de sus 150 salmos, ofrece la posibilidad de entrar en un camino o itinerario de oración mayor y más amplio que el que ofrece cada salmo en particular, que cualquiera de nosotros puede recorrer. Su primera gran etapa son los salmos 1-30, en los que el orante que los reza conjunta y progresivamente es invitado a vivir y cultivar la confianza en Dios, pues desde ella puede recibir la manifestación de Dios, aproximarse a Él, ver y contemplar su actuación y colaborar activamente con él ejercitando la justicia. Y a hacerlo mediante la oración de petición, a cuyos aspectos principales y a otros más novedosos nos acercan también las páginas de este libro.
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