Ha sido reseñado en:
Cuadernos geográficos de la Universidad de Granada, ISSN-e 2340-0129, ISSN 0210-5462, Vol. 52, Nº 1, 2013, págs. 396-397
Álvaro Francisco Morote Seguido (res.)
Investigaciones Geográficas (España), ISSN-e 1989-9890, ISSN 0213-4691, Nº 62, 2014, págs. 199-201
En la Cuenca de Segura, se ha generado un rico patrimonio hidráulico y toda una Cultura del Agua relacionada con el riego y el “animus regandis” de las gentes que han creado y mantienen el rosario de huertas, del tramo del Segura conocido como “Valle de Ricote“.
Además de situar en el cauce los sistemas de azudes y acequias para sangrar el río y conducir el agua hacia las huertas más bajas, (riego bajo acequia); han aplicado una serie de artilugios elevadores de agua, como las norias y ceñas que, situadas de forma escalonada en las laderas, han permitido llevar el agua de las acequias a los terrenos situados por encima de ellas. Para elevar el agua a las partes más altas, e incluso fuera del Valle, (riego por elevación), hubo que esperar, ya en el siglo XX, al empleo de grupos de máquinas y motores de impulsión como los del Resurrección en Abarán (1912-2012).
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