José Ramón Díaz Gijón, Donato Fernández Navarrete, Manuel Jesús González González, Álvaro Soto Carmona, Pedro A. Martínez Lillo
La historia es relación de poder, conflicto y complejidad. Las dos primeras categorías ponen en evidencia que a la hora de analizar los comportamientos, tanto individuales como colectivos, a lo largo del pasado han primado las diferencias sobre las coincidencias, teniéndose que resolver las mismas a través de sistemas que regulasen el conflicto, los cuales no dejaban de ser la plasmación de una determinada relación de poder. Si bien es verdad que existen distintos niveles de conflictividad, así como diferentes formas de dominación, en numerosos casos se han buscado fórmulas que difieren el conflicto, aunque no lo solucionan, para permitir la convivencia de planteamientos no radicalmente alternativos. Ello no ha impedido la existencia de períodos históricos en los que se ha negado cualquier opción alternativa, presentando la propia como la única posible y reprimiento cualquier otra. A la hora de analizar y describir el pasado, el historiador no sólo debe reconocer quién es el sujeto del poder, así como las cuestiones y los planteamientos que resultan conflictivos y alternativos, sino sobre todo mostrar cómo ello da lugar a una relación compleja, en donde no existe el todo sin las partes, ni las partes sin explicar el todo. Un manual universitario no puede obviar lo hasta ahora afirmado, si no quiere caer en la simplificación y en lo que es aún peor, en la manipulación del pasado. El universitario debe conocer la historia a través de un nivel de análisis en el que se pongan en evidencia las categorías señaladas al comienzo de esta introducción. El período histórico que se abre con el final de la Guerra Civil implica un corte con el pasado más inmediato, por lo cual puede utilizarse como punto de partida; mientras que la fecha de finalización de los contenidos de este manual responde al cambio en el proyecto ideológico de un determinado gobierno, fruto del resultado de unas elecciones generales, en un régimen donde prima el sistema político y por tanto la voluntad de los ciudadanos. Entre 1939 Y 1975, la presencia en la cúspide del poder del general Franco marca el período donde el ejercicio del poder se llevó a cabo a través de una dictadura, aunque la naturaleza del régimen haya sido variable a lo largo de dichos años. En todo caso, los elementos comunes lo hacen distinto al período que se inicia con el reinado de Juan Carlos I. Esta primera división va acompañada de Qtras que, aunque tienen menor calado (política, economía, sociedad y política exterior), hacen posible el estudio de cada una de las épocas. Los autores de cada capítulo son especialistas en sus temas, y han tratado de describir y analizar en sus capítulos los elementos singulares, sin olvidar el marco general de cada período que condiciona en buena medida los hechos e interpretaciones de los mismos. Se ha buscado combinar el relato de los principales hechos (el cientítico social debe seleccionar) con el análisis de los mismos, dando como resultado una explicación coherente que, pese a su complejidad, permite al alumnado conocer el pasado inmediato, así como encontrar respuesta a las preguntas que se formulen sobre él. Por parte de los autores no se ha buscado dar respuestas únicas, ya que los mismos no tienen una visión totalitaria del pasado, pero sí respuestas totalizadoras que, junto a la historiografía existente, ayudaran a los estudiantes universitarios a conocer la asignatura. La historia existe, pero los historiadores lo que creamos es historiografía. Ésta responderá con acierto al reto de la primera en función del método de análisis utilizado y de las premisas escogidas para su explicación, para ello es imprescindible primar la libertad de cada uno de los autores y el debate académico. Creemos que el libro que tienen en sus manos cumple dichos requisitos y por tanto es un instrumento eficaz para el conocimiento de la historia reciente de España.
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