Emplazada Miranda de Ebro en una posición geoestratégica privilegiada, y sobre todo tras la llegada del ferrocarril en la segunda mitad del siglo XIX, la ciudad inició la senda de la industrialización y del progreso, pero también fue receptora de nuevas ideas y nuevas mentalidades que hicieron de la localidad del Ebro un oasis de ferviente republicanismo en un entorno provincial eminentemente conservador, de forma que el propio Presidente de la República no dudó al llamar a Miranda "vanguardia de la República en la provincia de Burgos".
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados