PRÓLOGO, de Alfonso E. Pérez Sánchez
NOTA A LA PRESENTE EDICIÓN, por Ángel dOrs y Alicia García Navarro de dOrs
DEL PRESENTE LIBRO
FECHAS
Churriguera
El «Wildermann»
Carnaval y Cuaresma
Aforismos
El mundo-mujer
Derrota y triunfo de la mujer
El Paraíso Perdido
Jardín de Coimbra
Alfa y omega
El barroco, a título de recompensa
El autodidacto de Gracián
Ruiseñor y flauta
Sus ascendientes
Sus descendientes
De Robinson a Gauguin
Lejanías, nostalgias
El Robinson
Rousseau
Pablo y Virginia
Camper y Blumenbach
Chateaubriand
La Cabaña del Tío Tom
Gauguin
El Perú de Gauguin
La Solitaria de las Rocas
Una Robinsona
Un Robinson ascético
Donde no hay rey, el rey es Pan
LA QUERELLA DE LO BARROCO EN PONTIGNY
Anatomía, historia
Los «eones»
El barroco
La «Década» de Pontigny
La esencia del barroco. Panteísmo, dinamismo
Morfología del barroco. La multipolaridad, la continuidad
Las especies del género barroco
Sobre el valor del barroco y su porvenir
VIAJES
De lo clásico a lo barroco a través de tres pintores franceses
Poussin
Claudio de Lorena
Watteau
En Viena, en Francfort
En el Prado otra vez. El Noli me tangere de Correggio
ÚLTIMA HORA
En Salzburgo
El obispo de Marsella 121
Fallas en Valencia 121
El altar vivo 122
Fuegos artificiales 122
Finisterre 122
APÉNDICE 123
Arte portugués 125
ÍNDICE DE NOMBRES 137
Lo barroco, nacida como la mayoría de las obras de Eugenio dOrs en las páginas del " Glosario " , recoge su propuesta de reemplazar la noción de " el Barroco " , como categoría puramente histórica y restringida al ámbito de las artes plásticas, por la de " lo barroco " , entendida como categoría filosófica, como " constante histórica " , contrapuesta a " lo clásico " . " Lo barroco " debe ser entendido como expresión de una cierta actitud del hombre ante la vida, que cabe reconocer en múltiples manifestaciones del espíritu, en cualquier etapa de la historia de la humanidad. " Lo barroco " designa aquella actitud del espíritu que obedece al ciego impulso espontáneo de la naturaleza; " lo clásico " por el contrario, aquella otra que se propone encauzar tales impulsos mediante su sumisión a un designio libre. Son las " formas que vuelan " frente a las " formas que pesan " . Y el autor, aunque propugna la primacía de " lo clásico " en cuanto expresión más plena del ser del hombre, no puede dejar de sentir la fascinación de " lo barroco " , de esos juegos entre la sensibilidad y la inteligencia, en los que esta última debe salir victoriosa.
La presente edición incorpora como " Apéndice " el artículo Arte portugués, que formó parte de Du Baroque, su edición original francesa, pero que no había sido recogido hasta ahora en ninguna de las ediciones castellanas precedentes.
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