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Manual de diseño gráfico digital

Imagen de portada del libro Manual de diseño gráfico digital

Información General

  • Autores: Maggie Gordon (coord.), Bob Gordon (coord.)
  • Editores: Barcelona : Editorial Gustavo Gili, S.L.
  • Año de publicación: 2002
  • País: España
  • Idioma: español
  • ISBN: 8425221986, 9788425221989
  • Texto completo no disponible (Saber más ...)

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Índice




  • Índice de contenidos:


    Introducción

    Escaparate

    Impresión

    Publicidad

    Packaging

    Señalización

    Exposiciones

    Internet

    Multimedia y juegos


    Fundamentos del diseño

    01.01 El valor de los fundamentos del diseño

    Formas primarias

    Punto, línea y área

    Dinamismo, énfasis y contraste

    La mecánica de los tipos

    Diseñar con tipos

    El proceso del diseño

    La maqueta

    Jerarquización del documento

    Selección de imágenes

    Diseñar con color


    Diseño de superfIcies
    02.01 Diseño para impresión

    El software

    De la pantalla al papel

    Pruebas

    Manipulación

    Acabado

    Elección del papel

    Análisis de un proyecto

    02.02 Diseño para publicidad

    Los especialistas

    Aspectos del diseño

    La identidad corporativa en publicidad

    El branding

    Planificación y producción

    Análisis de un proyecto

    02.03 Diseño para packaging

    Herramientas de diseño

    Materiales

    Conocimientos técnicos

    Aspectos del diseño

    Planificación y producción

    Análisis de un proyecto

    02.04 Diseño para señalización

    Diseño gráfico y diseño de señalización

    Aspectos del diseño

    Planificación y producción

    Análisis de un proyect0

    02.05 Diseño de exposiciones

    Las características del diseño de exposiciones

    Procesos del grafismo de exposiciones

    Aspectos del diseño

    Planificación y producción

    Análisis de un proyecto


    Diseño para pantalla

    03.01 Diseño para internet

    Internet

    Navegadores

    Un reto para el diseñador en papel

    Resolución de la pantalla

    El peso de los archivos

    Color y tipografía

    Optimizar los gráficos para la web

    HTML

    wysiwyg

    Interactividad

    JAVA y javascript

    Desarrollo de una estrategia de diseño web

    Planificación y producción

    Análisis de un proyecto

    03.02 Diseño multimedia

    Diseño web y multimedia

    El proceso del diseño

    Aplicaciones de authoring

    Planificación y producción

    Análisis de un proyecto

    03.03 Diseño de juegos


    Tipos/color/imagen

    04.01 Tipos

    04.02 Color

    Gama asequible de colores

    Los atributos del color

    04.03 Creación de imágenes

    En qué consiste la creación digital de imágenes

    Escaneado y resolución

    Formatos de archivo para imágenes bitmap

    Trabajar con imágenes bitmap en programas de pintura

    Trabajar con programas de dibujo vectorial


    Glosario

    Bibliografía

    Índice

    Créditos de las imágenes


Descripción principal


  • El diseño, que cumple un papel fundamental en las formas de comunicación modernas, se ha visto revolucionado por el proceso de digitalización que ha atravesado el sector de la comunicación. La digitalización de audio, vídeo, texto e imagen ha elevado el nivel de interactividad mediática y permite a los profesionales colaborar en un amplio campo de actividades, lo que ha supuesto un cambio radical en los métodos de trabajo del diseñador que ha tenido que familiarizarse con una amplia gama de procesos de producción. Se le exige ahora no sólo que muestre visión y creatividad, sino que domine toda una serie de nuevas habilidades.

    A través de la presentación de conceptos y metodologías del diseño esenciales, el Manual de diseño gráfico digital examina los principios que apuntalan un diseño gráfico bueno y eficaz y explora los distintos ámbitos del diseño gráfico (impresión, packaging, señalización, publicidad, diseño de exposiciones y diseño web). Este libro se acerca a los diversos contextos de la comunicación visual y el diseño gráfico e incluye abundantes recursos de interés para el diseñador que resultan, no únicamente informativos, sino enormemente inspiradores.

Extracto del libro



  • Texto de la introducción:

    ‘Diseño’, ‘gráfico’ y ‘digital’ han pasado a ser tres palabras muy importantes de nuestro vocabulario. No hay mucha gente en el mundo desarrollado cuya vida no se haya visto tocada o influida por las tecnologías del diseño y de la información. Los ordenadores personales y el omnipresente chip de silicio se han abierto camino hasta los hogares y los puestos de trabajo de millones de personas, sea cual sea su origen, su edad o su cultura.

    Uno de los términos que más pulula, casi a modo de comodín, es ‘digital’. Esto es posible debido a que los ordenadores dependen para su funcionamiento de un flujo de ‘dígitos’ generados electrónicamente; así que tenemos líneas telefónicas digitales, impresión digital, radio digital y televisión digital, entre las muchas áreas relacionadas con la información, la comunicación y el diseño. Casi todos los datos, ya sean en forma de palabras, números, imágenes, sonido o movimiento, pueden digitalizarse para después transmitirse mediante diversas tecnologías. La digitalización ha generado un método común para registrar y transmitir datos, lo que ha posibilitado un elevado nivel de interactividad entre los medios.

    La interactividad implica, por un lado, que el sonido, la imagen, el texto y otros elementos creativos funcionen conjuntamente: por otro lado, supone un cambio radical en los métodos de trabajo de los diseñadores porque les da acceso al almacén ingente de conocimiento que es Internet y las intranets corporativas, y porque les permite enviar y recibir electrónicamente multitud de medios, vía correo electrónico, desde sus ordenadores.

    La velocidad de transmisión de datos digitales disminuye proporcionalmente al peso de los archivos, por el medio mediante el que se transmiten y por la velocidad de los procesadores de los ordenadores. Pero cada día se aprecian adelantos en todas estas áreas: los archivos pueden comprimirse con más eficacia, el uso de conexiones de banda ancha a Internet y de redes inalámbricas de alta velocidad cada vez está más extendido, y los procesadores son cada vez más rápidos. Junto con el incremento de las velocidades de transmisión se está produciendo una convergencia creciente de medios, lo que está originando la fusión de la informática personal, la televisión, la radio, la telefonía, la publicación de contenidos, los juegos, la web, el correo electrónico y el comercio en la Red. Los monitores informáticos y los televisores son cada vez mayores y la tecnología de pantalla plana está sustituyendo a los monitores de CRT, mientras que los teléfonos móviles y otros dispositivos portátiles incorporan pantallas a todo color. Esto nos conduce a una era en la que la calidad del contenido visual tendrá un papel cada vez más crucial en el modo de comunicarnos con una gran variedad de públicos. La calidad de la información recibida de forma visual es responsabilidad del diseñador gráfico digital.

    El diseño se ha hecho un hueco en todos los aspectos de la vida cotidiana. El diseño gráfico es importante tanto en el aspecto de la ropa, los edificios y los bienes de consumo hasta los contenidos de texto, el entretenimiento o los ambientes interiores o exteriores: prácticamente cualquier forma de comunicación o producción modernas. Es casi inevitable ser bombardeado por mensajes visuales.

    Gran parte de lo que se publica en papel o en pantalla muestra una tendencia a ser visualmente discordante o caótico, en parte debido a la velocidad a la que en la actualidad puede elaborarse y entregarse. En este mundo regido por la información -y por el mensaje-, resulta cada vez más importante que el diseñador gráfico se esfuerce en ser meticuloso y claro. Es vital para el proceso de resolución de problemas comprender cómo reacciona el público ante el material visual, su nivel de concentración y de comprensión y cómo pueden influirle determinadas tendencias culturales o de moda. Resulta igualmente importante comprender cómo funcionan juntos el ojo y la mente a la hora de registrar y procesar palabras, imágenes y aspectos mucho más sutiles como la forma, el color y la composición.

    Desde la prehistoria, los humanos han empleado signos y formas para comunicar información e ideas acerca del mundo real, así como para expresar lo que tenían en su imaginación. Mientras que los escribas de la Antigüedad podrían calificarse como los primeros ‘diseñadores gráficos’ -pues componían textos de un modo lógico y eficaz-, fue realmente la invención de la imprenta, con su potencial producción masiva, lo que estableció los cimientos del diseño gráfico como una disciplina reconocible.

    El dearrollo de los tipos móviles a mediados del siglo XV, generalmente atribuido a Johan Gutenberg, transformó de manera radical el diseño de las formas de las letras. Mientras que la escritura manual del escriba había evolucionado lentamente a lo largo de los siglos, centrada tanto en la composición y la ornamentación como en las letras, el diseño de tipos se convirtió entonces en un proceso comercial relativamente acelerado. Se estandarizaron las formas de las letras y se hizo necesario concebir diferentes variaciones que ayudasen a transmitir significados.

    El diseño gráfico siguió evolucionando como una actividad híbrida en deuda con las matemáticas, la ingeniería y la psicología además de con las artes plásticas. Los cambios en el arte, la moda y los gustos, los grandes avances en las tecnologías reprográficas y las demandas cambiantes del comercio y del estilo de vida ejercieron una influencia extrema en el diseño, conjuntamente con las aportaciones creativas de incontables artistas, tipógrafos, diseñadores y estilistas. Y aun así, los diseñadores gráficos más influyentes de los últimos tiempos, muestran cierta reticencia a remitirse a la historia. Después de la I Guerra Mundial, los integrantes de la Bauhaus veían la historia como una convención muerta y optaron por redefinir o rechazar los parámetros de trabajo de sus predecesores. Todo pensamiento vanguardista -un componente esencial en el diseño gráfico- deriva de la necesidad de huir del pasado para explorar las posibilidades del futuro.

    Este libro se centra en el diseño gráfico digital, un campo originado no por el desarrollo del ordenador en sí mismo, sino de la ‘interfaz gráfica del usuario’ (GUI, Graphical User Interface), el medio a través del cual el usuario puede interactuar con símbolos gráficos en una pantalla. El Apple Macintosh en particular, al adoptar una GUI en lugar del código de texto, permitió la innovación que significó usar un dispositivo gráfico en forma de monitor para la creación de contenido gráfico, dando origen así al diseño gráfico digital.

    Desde la aparición del Mac en 1984, la revolución digital se ha ido llevando por delante, a una velocidad extraordinaria, las prácticas de trabajo tradicionales del diseño gráfico. Muchas disciplinas y oficios especializados se han convertido en algo casi completamente superfluo. Gran parte de la responsabilidad sobre los aspectos técnicos de la producción se ha trasladado al escritorio informático. A los propios diseñadores se les pide que dominen una incesante serie de nuevas habilidades, desde el manejo de distintos paquetes de software hasta la representación digital del color o la reproducción de contenido digital, tanto en papel como en pantalla.

    No obstante, existen numerosos aspectos del diseño gráfico que se han mantenido relativamente inalterados por la tecnología. Entre éstos se encuentran la generación y el desarrollo de ideas y conceptos, los principios del diseño y de la tipografía y la resolución creativa de problemas, atributos todos ellos que distinguen al diseño gráfico de otras profesiones. Por fortuna, las tecnologías digitales nos han proporcionado numerosas herramientas de primerísima clase para explorar, ampliar y hacer realidad las ideas con medios mucho más rápidos, flexibles y económicos.

    La imprenta ha determinado tradicionalmente la manera en que trabajan los diseñadores gráficos: ámbitos como el packaging, el diseño de exposiciones o la publicidad se definen en gran medida por los distintos procesos de impresión con los que están relacionados. Pero los métodos de impresión que predominaron durante la mayor parte del siglo XX han experimentado rápidas evoluciones. Durante la década de 1960, la litografía offset se impuso a la laboriosa impresión tipográfica y se consolidó como la técnica más común de reproducción en tan sólo una década. A este gran cambio siguió en breve la fotocomposición, que a su vez fue absorbida por los sistemas de informática personales.

    Hoy en día, un archivo PDF (Portable Document Format) que contenga toda la información necesaria para obtener un documento impreso -ya sea una simple página en blanco y negro o una revista en cuatricromía- puede transmitirse directamente a los talleres de la imprenta. Una vez aquí, el equipo informatizado extraerá las planchas listas para la impresión en offset o bien enviará directamente el trabajo a papel mediante una impresora digital. La calibración del color se puede realizar de forma automática a lo largo de todo el proceso, desde la obtención de imágenes de cámaras o escáneres hasta su salida de máquinas. En la práctica, el diseñador todavía discutirá -y debe hacerlo- un trabajo complicado con el impresor, quien se encargará de revisar algunos de los ajustes técnicos más finos. Resulta ya habitual que la producción de páginas, carteles, rótulos e incluso objetos tridimensionales tenga lugar sin apenas separación entre su diseñador y el resultado final.

    La tecnología digital está tan consolidada actualmente que muchos diseñadores jóvenes pueden llegar a cuestionar la necesidad de utilizar la palabra ‘digital’. Pero el diseño gráfico se halla en un estado de revolución permanente. El diseño web, por ejemplo, es una disciplina que tiene menos de una década, aunque sus métodos básicos han cambiado de forma abismal a medida que se han desarrollado nuevas generaciones de software y que se han adoptado nuevos estándares, tanto técnicos como prácticos. ¿Quién sabe para qué medios estaremos diseñando y con qué herramientas dentro de otra década? Como suele decirse: ‘Si puedes ver el futuro, es que no estás mirando bastante lejos’.

    En una época que ha visto muchas industrias y profesiones forzadas a especializarse para sobrevivir, se da la paradoja de que al diseñador gráfico digital se le ha exigido que se diversifique. El mayor ejemplo de esto se ha producido con la explosión de Internet y de la industria multimedia. Muchos diseñadores gráficos se han visto inmersos en el diseño de páginas web, lo que implica tipografía, imágenes, animación, películas e incluso sonido. La informatización del trabajo del diseñador gráfico, con el desarrollo de múltiples y diferentes programas de software, que a menudo se solapan, ha ampliado enormemente la variedad de tareas en las que los diseñadores ‘gráficos’ pueden participar. Numerosos programas, además de incluir abundantes elementos creativos, presentan diferentes opciones de productividad y de ahorro de trabajo. Muchas de las áreas del diseño gráfico que anteriormente eran muy especializadas comparten ahora programas de software muy similares para la creación de texto e imágenes.

    El poder digital que tiene a su disposición el diseñador es inmenso. Cualquier aspecto de un proyecto puede crearse y desarrollarse con un elevado nivel profesional en un simple ordenador Apple Macintosh o PC. No sólo se ha simplificado el proceso de creación, sino que también las distintas maneras en las que tanto el diseñador como el cliente pueden visualizar el resultado final han transformado la manera en que trabajan los profesionales creativos. Existen dispositivos de impresión de pruebas de color muy asequibles que muestran el aspecto final del material impreso; diversas tecnologías, como la de los archivos PDF, permiten su transmisión y distribución instantáneas; hay software de previsualización de creaciones tridimensionales; los programas de packaging pliegan y ensamblan visualmente los envases a partir de diseños planos; y los pases de diapositivas y las películas dan vida a todo tipo de presentaciones. Muchos quehaceres asociados a tareas repetitivas de diseño o edición se han simplificado merced a automatizaciones incluidas en la mayor parte de las aplicaciones: buscar y reemplazar, corrección ortográfica, hojas de estilo gráficas y tipográficas, y sistemas de gestión de contenidos, por nombrar algunas. Si no existe la opción que automatice una tarea repetitiva, es probable que el usuario pueda crearla grabando una secuencia de comandos, ya sea en forma de macro, script o acción.

    Ya que los diseñadores gráficos pueden trabajar en tantos campos, necesitan estar familiarizados con una amplia gama de procesos de producción y manufactura, así como con los diferentes profesionales y técnicas de soporte relacionados con éstos. Entre éstos se incluyen fotógrafos, ilustradores, músicos, redactores y realizadores de películas, así como especialistas técnicos en diseño web, programación de bases de datos y otros ámbitos. La digitalización de sonido, imagen, animación, películas y procesos de producción ha permitido a los profesionales colaborar y trabajar en un espectro de actividades cada vez más amplio.

    La aparición del ordenador personal y de los programas de autoedición, junto con su accesibilidad para quienes no son diseñadores, podrían haber señalado el principio del fin del diseñador gráfico profesional. La fotografía como profesión también podría haber desaparecido con la popularización de las cámaras automáticas de alta calidad y de fácil manejo. Sin embargo, al igual que la fotografía profesional, el diseño gráfico profesional seguirá creciendo porque las ideas y la innovación, el instinto para la composición o un ojo creativo no se pueden empaquetar en forma de producto para vender a un cliente que carece del talento y de habilidades indispensables.

    Resulta muy emocionante practicar el diseño gráfico y, como tal, es una profesión atractiva y que ofrece sus recompensas. Pero requiere visión, aguante y buen humor combinados con creatividad, innovación y una forma de trabajar analítica y metódica. El diseñador necesita dominar aspectos como los presupuestos o los procesos de fabricación y reproducción. El objetivo del diseñador gráfico es concebir soluciones ingeniosas que respondan a las necesidades de sus clientes, y para ello suelen trabajar estrechamente con ellos en la formulación de un plan de proyecto o brief y de una estrategia de trabajo antes de emprender cualquier proyecto. Una buena comprensión de la naturaleza humana y del entorno cultural, así como la capacidad de liderazgo o de adaptación a un equipo, junto con un ojo avezado para los detalles, son lo que hace sobresalir de la media al diseñador verdaderamente excelente.

    La intención de esta obra es inspirar e informar al lector mediante un acercamiento a diversos contextos de la comunicación visual y del diseño gráfico y, a la vez, con la presentación de conceptos y metodologías del diseño, esenciales y relacionados entre sí. Se adentra en la diversidad del diseño gráfico y expone el trabajo de diseñadores hábiles y con talento que utilizan los medios digitales para el desarrollo, la ejecución y la producción de sus proyectos.

    El Manual de diseño gráfico digital muestra las distintas facetas del diseño gráfico digital con la pretensión de desmitificar parte de la jerga técnica asociada con el mundo de la informática y el diseño.

    Las páginas introductorias presentan ejemplos de trabajos procedentes de una amplia gama de contextos de la comunicación visual. Sobre esta base, se analizan posteriormente en profundidad las áreas relacionadas, cada una en un capítulo específico.

    La primera parte, ‘Fundamentos del diseño’, examina algunos de los principios fundamentales que apuntalan un diseño gráfico bueno y eficaz. Este capítulo está, en esencia, separado de la pantalla, puesto que implica procesos mentales y creativos relacionados con la generación de ideas y con la toma de decisiones meditadas en el ámbito del diseño. Incluye un análisis de los bloques constructivos indispensables para el buen diseño gráfico: forma y figura, percepción espacial, concepto de tipografía y cómo trabajar con ella. También se aborda el empleo emocional del color y cómo éste puede ayudar al diseñador gráfico a modo de instrumento potente más que como algo puramente decorativo.

    La segunda parte consta de varias subsecciones que exploran ámbitos concretos del diseño gráfico de superficies: diseño para impresión, packaging, señalización, publicidad y diseño de exposiciones.

    La tercera parte se centra en el diseño web para Internet y para intranets y en el diseño multimedia. Esta sección es especialmente útil para quienes se sienten en cierto modo avasallados por la terminología de este campo. Muestra claramente cómo los diseñadores deben responder y adaptarse a la variabilidad de la visualización en los distintos navegadores y plataformas informáticas, y explica la trascendencia de los nuevos estándares disciplinares para la accesibilidad de usuarios discapacitados.

    Diversos profesionales de prestigio de todos los ámbitos aportan una visión de sus áreas de especialización. Se ha destacado, cuando se ha considerado importante, el software o equipo necesario que no figura en la lista al inicio de la sección. Se estudian los procesos especializados, como la impresión offset en cuatricromía, así como a los profesionales creativos o de soporte relacionados con éstos. Al término de cada sección, se analiza un caso y se explican las fases creativas y de producción que resultan cruciales para llegar al diseño final.

    La cuarta parte se centra en los entresijos técnicos del color, la tipografía y la creación de imágenes.

    El uso del color se aborda en la sección de ‘Fundamentos del diseño’, pero resulta esencial que el diseñador gráfico profesional comprenda cómo se crea el color y por qué, por ejemplo, se utilizan diferentes gamas de colores primarios para trabajos en pantalla (RGB) y para trabajos impresos (CMYK). Dado que mezclar, controlar y ajustar el color desempeña un papel tan importante en el diseño gráfico, se presta especial atención a la terminología del color y de su funcionamiento.

    La tipografía digital cuenta también con lenguaje propio. La sección ‘Fundamentos del diseño’ abarca el trabajo con fuentes tipográficas desde un punto de vista estético y funcional, pero, en un nivel técnico, el profesional debe conocer cómo el ordenador gestiona esas fuentes. Por ejemplo, qué son las fuentes de mapa de bits y las de contorno. O cómo pueden adjuntarse las fuentes a los documentos, ya sea para imprimirlos o para visualizarlos. Se explican también los distintos tipos de archivos de fuentes, la gestión de fuentes, las librerías de fuentes, cómo comprar fuentes y cómo funcionan sus derechos de autor.

    Los programas informáticos han hecho accesibles para el diseñador y el artista el retoque, el montaje y la creación artística de imágenes. Se muestra en esencia cómo funcionan los programas de dibujo en mapa de bits comparados con las distintas aplicaciones de dibujo vectorial. Se trata también acerca de la creación de efectos especiales, el uso de programas de pintura y dibujo, y cómo interactúan.’

    Copyright del texto: sus autores
    Copyright de la edición: Editorial Gustavo Gili SL


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