Ha sido reseñado en:
Manuel de Solà-Morales. De cosas urbanas. Barcelona, Gustavo Gili, 2008
El arquitecto y sus libros: lecturas comentadas en la Escuela de Arquitectura de Granada / coord. por Juan Antonio Calatrava Escobar, Luis Carlos Izquierdo Rivas, 2015, ISBN 978-84-338-5769-9, págs. 165-167
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Índice de contenidos: Prefacio. Kenneth Frampton Urbanidad. Hans Ibelings De cosas urbanas. Manuel de Solà-Morales Para crear lugar (cosas inventadas) Saint-Nazaire, Ville Port (1996-2002). La periferia histórica Trieste, Porto Vecchio (1992-2001). La estrategia de la frontalidad Oporto, Passeio Atlántico (1999-2001). Topografía marítima como estructura cívica Génova, Cantieri Navali ( 1998-1999). Sotto Corso Groningen, Winschoterkade (1994-1996). La medida no es la escala La Haya, Scheveningen (2002-2004). Secciones desplegadas La mirada estratégica La forma condensada (cosas superpuestas) Alcoy, La Sang (1988-2002). El casco antiguo como categoría de proyecto Lovaina, Stationsplein (1996-2002). El orden trastocado Barcelona, Sant Andreu (2005-). La vivienda pública como proyecto urbano Arnhem, Rijnboog (2001-2005). Coherencia por diferencia La mirada compulsiva La acumulación heterogénea (cosas en conflicto) Berlín, Alexanderplatz (1990). La ciudad abstracta Róterdam, Alexanderpolder (1990). La distancia interesante Amberes, Eijlande (1990-1993). Nuevo distrito portuario Amberes, Operaplein (2004-). Nudo urbano Terrassa, Torressana (2004-). Contra los límites urbanos Barcelona, Poble Nou (2001-). Continuidad, promiscuidad, incoherencia Tesalónica, Frente marítimo (1998-1999). Frente marítimo, frente urbano La mirada ansiosa Textos seleccionados 2005 Para una urbanidad material 2000 Contra la metrópoli universal 1995 Territorios sin modelo 1994 Ciudades cortadas 1992 Espacios públicos/ espacios colectivos 1992 La periferia como proyecto 1987 Otra tradición moderna |
'Tanto como sistema de flujos o código de memorias, la ciudad es cuestión de cosas.'
Para Manuel de Solà-Morales, la lógica abstracta de la ciudad se halla en la materia de las cosas urbanas: la urbanidad está indisolublemente atada a lo concreto. En su trabajo subyace una atención cautelosa a la riqueza latente de los lugares urbanos.
Sus propuestas son siempre miradas sobre la ciudad, verdaderas interpretaciones en el límite entre la arquitectura y el urbanismo cuyos efectos trascienden el ámbito físico de su intervención.
Este libro presenta proyectos urbanos realizados en las dos últimas décadas e incluye una selección de textos del propio Manuel de Solà-Morales, con un prefacio de Kenneth Frampton y un ensayo de Hans Ibelings.
| Extracto del prefacio: 'Prefacio Kenneth Frampton Quizá no es del todo casual que el único país en el que la arquitectura del paisaje no existe como una profesión en sí misma sea además el lugar en donde primero se cultivara y demostrara el potencial de un acercamiento moderno tardío al urbanismo, sobre todo si ese país es Cataluña, antes que España en su conjunto. Para darle peso a esta afirmación es necesario regresar al momento en que los Plans i Projectes per a Barcelona 1981-1982 fueron promulgados por vez primera como un proyecto algo desordenado enfocado a una mejoría urbana global, bajo el auspicio del entonces alcalde, Pasqual Maragall, y con la dirección de Oriol Bohigas, quien ya era lo que es hoy, un empresario del urbanismo. Tres años más tarde, en 1983, en una exposición sobre la evolución de la forma cívica en Barcelona desde 1750 a 1930, Manuel de Solà-Morales empezó a destacar como arquitecto y estudioso preocupado por la evolución histórica de la ciudad, así como por la eventual posibilidad de intervenir como urbanista en su propia época. Es entonces cuando Solà-Morales inicia su vocación de intelectual dedicado a la intervención urbana. Es también el momento en que aparecen publicaciones catalanas tales como 2D Construcción de la ciudad, Arquitecturas bis y, sobre todo, la revista UR (dedicada al urbanismo y editada por el propio Solà-Morales) que ayudaron al desarrollo de un discurso local particularmente sofisticado en relación al futuro de la ciudad. Para Solà-Morales, todo eso vino a consumarse en la realización de su proyecto para el Moll de la Fusta de Barcelona en 1985. Este paseo elevado, equipado con bares y cafés, se construyó sobre una vía rápida existente con el objeto de mejorar el acceso al puerto y permitir una vista panorámica sobre el mar. La designación de Barcelona como sede de las Olimpiadas de 1992 dio aún mayor ímpetu a una cultura de renovación y expansión; ímpetu que trajo aparejada una transformación del frente costero hacia el norte del Ensanche original de Cerdà y que propició los diseños para acomodar la Villa Olímpica como una ciudad en miniatura. Para la misma ocasión, aunque para un cliente privado, Solà-Morales dedicó su atención al diseño del conjunto de edificios llamado LIlla, emplazado en la avenida Diagonal en el centro de la ciudad. Esta estructura de uso mixto concebida como un bloque de oficinas de 400 m de longitud y alturas medias, y diseñada en asociación con el arquitecto madrileño Rafael Moneo, está destinada a convertirse en la demostración por excelencia del concepto que Solà-Morales llama acupuntura urbana y que se traduce en una intervención que, en virtud de sus límites y organización intrínseca, es capaz de aumentar el tejido de la ciudad de tal forma que sirve al mismo tiempo como instrumento para reestructurar y también para enriquecer el contexto inmediato, a la vez que potencia un conjunto de repercusiones y desarrollos que sólo son parcialmente predecibles. Construido en un extremo del Ensanche y con un garaje subterráneo de varias plantas que se extiende bajo todo el complejo, este bloque fue diseñado guardando relación con la escala de la cuadrícula urbana del siglo XIX y también con la aglomeración desordenada que se ubica más allá del núcleo histórico. El perfil escalonado de esta estructura permite verla como hito cuando es observada desde las partes más altas de la ciudad a las afueras del centro. Un aspecto clave de esta estratagema simbiótica fue la incorporación de un centro comercial de cinco plantas a lo largo de todo el edificio, justo por detrás de la tradicional alineación de tiendas que dan frente a la avenida.' Copyright del texto: sus autores Copyright de la edición: Editorial Gustavo Gili SL |
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