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Carteles contra una guerra.: Signos por la paz

Imagen de portada del libro Carteles contra una guerra.

Información General

  • Autores: James Mann (coord.)
  • Editores: Barcelona : Editorial Gustavo Gili, S.L.
  • Año de publicación: 2003
  • País: España
  • Idioma: español
  • ISBN: 84-252-1546-3
  • Texto completo no disponible (Saber más ...)

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Índice


  • Contenidos:



    4 Historia del arte antibelicista Nicolas Lampert

    8 Carteles contra una guerra Raquel Pelta

    10 Diseños y disidencia a través de la red



    14 No más sangre a cambio de petróleo

    44 Bombas sobre Bagdad

    74 Parodia y sátira

    106 Coalición contra las fuerzas aliadas

    138 Daños colaterales

    160 Signos por la paz



    192 Anexos


Descripción principal

  • Este libro es fruto de un colectivo afán internacional de resistencia a la guerra y reúne más de doscientas obras de signo antibelicista enviadas por artistas de todo el mundo a través de la Red. Carteles que se diseñaron en respuesta a la guerra de Irak del 2003 y que en ocasiones, formaron parte de las manifestaciones que tuvieron lugar en todo el mundo antes del conflicto. Los estilos gráficos mostrados en esta recopilación son tan variados como las personas y los países de los que provienen y, tanto si su tono es irónico como sobrio, todos ellos contienen frases e imágenes que, a su manera, inducen a la reflexión. Las imágenes antibelicistas que aparecen en Carteles contra una guerra forman parte de la larga historia de manifestaciones artísticas relacionadas con los conflictos bélicos y en el futuro, probablemente también servirán de inspiración a obras de arte y a otras acciones contra la guerra.

Extracto del libro

  • Diseños y disidencia a través de la red

    Internet ha proporcionado un espacio a aquellas voces alternativas que son excluidas de los medios de comunicación mayoritarios. La Red no se limita a presentar información, también permite que los ciudadanos se expresen y participen activamente en la propagación de ideas. No deja de ser irónico que esta tecnología tenga un origen militar y fuera desarrollada en Estados Unidos dentro del programa de investigación DARPA (Defense Advanced Research Project Agency). A pesar de ello, personas de todo el mundo han hecho suyo el medio, lo han democratizado y lo han empleado para expresar su rechazo al estamento militar que creó esa tecnología.



    El movimiento a favor de la paz y en contra de la guerra de Irak ha hecho un enorme uso de la Red. Los mensajes de correo electrónico permitieron convocar actos de protesta con sólo apretar un botón. La extraordinaria respuesta que se pudo apreciar el 15 de febrero de 2003, en el «Día mundial de protesta en contra de la guerra de Irak», se debió, en gran parte, al éxito de la organización a través de Internet. Sitios web como NoALaGuerra.org en España, KeinKrieg.de en Alemania, PaxHumana.info en Francia, Resistance.org.au en Australia e International ANSWER, entre otros, fueron de gran ayuda para lograr movilizaciones a nivel internacional.



    Un par de semanas más tarde, el 23 de febrero de 2003, las asociaciones MoveOn y Win Without War Coalition convocaron una protesta virtual de ocho horas de duración. En ese tiempo, se contabilizaron más de un millón de correos electrónicos, faxes y llamadas telefónicas a la Casa Blanca y a los miembros del Senado de Estados Unidos, pidiendo que no se llevasen a cabo los planes de guerra. Con ello, también se pretendía recordar a las personas en el poder que la población permanecía pendiente de los acontecimientos.



    Artistas y diseñadores también recurrieron a Internet para transmitir sus mensajes al público. El repentino aumento de sitios web con carteles y elementos gráficos contrarios a la guerra que se produjo en el año 2003 resulta totalmente nuevo en muchos aspectos. La gran cantidad de imágenes creadas y enviadas a través de la Red resulta sorprendente, y a su valor artístico debe añadirse el volumen de público que tiene acceso a ellas. Wake the World recibió más de 80.000 visitas semanales durante el momento álgido del conflicto y Miniature Gigantic batió el récord, con 18.000 visitas en un día, cuando las fuerzas americanas invadieron Bagdad. Another Poster for Peace recibió entre 4.000 y 7.000 visitas diarias, y llegó a alcanzar las 12.000 visitas en el día de más afluencia. Durante un período de tres meses, se realizaron más de 75.000 descargas desde este sitio. Los sitios web que solicitaban a los artistas el envío de obras a menudo no podían asimilar el volumen de trabajos que recibían; en Wake the World, por ejemplo, se acumularon más de 500 imágenes en espera de ser procesadas.



    Los sitios web se rigieron por el principio de libertad de derechos de autor. Es decir, cualquiera podía usar las imágenes gratuitamente, siempre y cuando no lo hiciera con fines lucrativos. El espíritu de la resistencia gráfica fue en muchos casos desinteresado. Los artistas y los diseñadores de sitios web no aspiraban a lograr reconocimiento personal ni compensaciones económicas, sino que intentaban detener una guerra recurriendo a su creatividad. La mayoría de las obras que podían verse en estos sitios fueron creadas con programas informáticos como Adobe Illustrator, Adobe Photoshop o Macromedia Freehand, o incluso con programas más sencillos como Microsoft Word. Los formatos de imagen habituales eran jpg o pdf (portable document format), un formato de Adobe Acrobat muy fiable y cada vez más usado. Las obras solían tener un formato adecuado para ser impresas en alta resolución, pero lo suficientemente pequeño como para facilitar su distribución a través de la Red.



    Al igual que las obras recogidas en este libro, que en su mayoría fueron recibidas a través de Internet, la exposición de carteles y obras multimedia titulada Art Against The War, presentada en Nueva York, fue coordinada y montada prácticamente en su totalidad a través de la Red. Organizada y comisariada por Frank Shifreen y el Drinkink Collective, la exposición contó con una convocatoria online que invitaba a los artistas a participar. Los artistas interesados enviaron sus trabajos por correo electrónico y éstos se imprimeron en formato cartel para la inauguración. Además de la muestra en el espacio físico de la galería, también se crearon tres sitios web en los que podían verse las obras expuestas.



    La unión del arte, el activismo y la tecnología ayudó a contrarrestar la postura a favor de la guerra adoptada por los principales medios de comunicación. La descentralización y la solidaridad universal fueron los pilares sobre los que se basó el movimiento de protesta. También el acceso a la tecnología fue crucial en este proceso, pues hizo posible que individuos de diferentes continentes pudieran contactar, asociarse y colaborar unos con otros a una escala hasta entonces inimaginable. Hoy por hoy, el uso de Internet se puede considerar verdaderamente democrático. La Red fue empleada tanto por aquellos que rechazaban la guerra como por quienes la apoyaban y, sin duda, volverá a utilizarse en acciones futuras. Por ello, los ciudadanos deberían permanecer atentos para que ni la censura ni la subida de tarifas obstaculicen el acceso a la información online.


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