En la "vieja" Europa, los reyes representaban un papel determinante, mediado por sus relaciones, no siempre pacíficas, con sus respectivas comunidades. A menudo, las crisis internas se saldaban con cambios dinásticos que, tras una guerra civil, obligaban a recomponer las fidelidades políticas. La instauración en 1700 de los Borbones al frente de la monarquía española muestra las tensiones que podían llegar a generarse, tantas como para marcar la historia de todo el siglo XVIII. Fruto de un coloquio internacional, los trabajos recogidos en este libro aportan, trescientos años después, nuevas reflexiones sobre aquel decisivo acontecimiento.
págs. 17-46
págs. 47-68
págs. 69-96
La corona de Aragón a finales del siglo XVII: a vueltas con el neoforalismo
págs. 97-116
págs. 117-140
págs. 141-163
págs. 163-176
págs. 177-216
La cultura política castellana durante la guerra de sucesión: el discurso de la fidelidad
págs. 217-244
págs. 245-302
Cataluña y Felipe V: razones de una apuesta
págs. 303-330
El cisma del Toisón: Dinastía y orden (1700-1748)
págs. 331-380
págs. 381-400
págs. 401-422
De sagrado arcano a constitución esencial: Identificación historia del derecho patrio
págs. 423-484
Dinastía y comunidad política: el momento de la patria
págs. 485-532
Memoria histórica y tradición cívica: algunas reflexiones sobre el caso de Barcelona en la Edad Moderna
págs. 533-548
págs. 549-568
págs. 569-596
págs. 597-626
Los Borbones entre historia y opinión: los historiadores del siglo XIX y su visión de la instauración borbónica
págs. 627-643
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