En el tránsito a la Edad Moderna, los Reyes Católicos y sus sucesores emplearon varios mecanismos de control de los oficiales públicos destinados en los concejos de Castilla. En Canarias se aplicaron en las islas de realengo, Gran Canaria, La Palma y Tenerife. Desde los primeros momentos de la repoblación castellana del archipiélago canario, los gobernadores, alcaldes, alguaciles y regidores fueron objeto de revisiones periódicas de sus actuaciones por parte de jueces enviados por la Corona. Éste es el relato de los distintos medios que utilizaron los monarcas de Castilla para controlar a sus oficiales en Canarias, Pedro de Vera, Alonso de Lugo, Lope de Sosa y los que los siguieron, y los intentos de estos, a veces con éxito, de eludir la acción de la justicia real, todo ello dentro del marco histórico del comienzo del asentamiento europeo en Canarias
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