Durante las últimas décadas se han producido profundas modificaciones sociales y económicas en España que llevan consigo un cambio categórico en la demanda de productos alimenticios y en los hábitos de consumo de la población.
En dicho contexto destacan los productos cárnicos, ya que tienen una participación fundamental en la producción final agraria, absorben un porcentaje notable del gasto que las familias destinan a la nutrición y se han convertido en un alimento habitual en la cesta de la compra.
Pese a no ser la provincia de Alicante una zona ganadera, se integra activamente en el complejo agroalimentario a través de un elevado consumo, erigiéndose en un importante mercado en el que la concurrencia de las empresas cárnicas más pujantes del país dinamiza las distintas fases del proceso comercializador de las carnes.
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