Y en todas nuestras acciones, y máxime en las de los príncipes, en cuyo caso no existe tribunal que las juzgue, se analizan los resultados finales (...) El principe, que se ocupe de ganar y mantener el poder. los medios se considerarán siempre honorables y dignos de general alabanza. Y es que el vulgo se deja siempre llevar por la apriencia y el resultado final de las cosas, y en el mundo no hay más que el vulgo y unos pocos no tiene relevancia cuando la mayoría tiene donde apoyarse.
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