Ayuda
Ir al contenido

Dialnet


Resumen de Tácito en el siglo XVIII

Beatriz Antón Martínez (ed. lit.), Juan Simoni

  • Cornelio Tácito se convirtió durante el Renacimiento y el Barroco en maestro de la prudencia, política y en depositario por excelencia de los secretos de la dominación ("arcana imperii"), interpretándose sus escritos como un breviario para príncipes y cortesanos. En la España de la Ilustración la situación cambia, y la estrella del historiador romano parece eclipsarse. Sin embargo, la "Instrucción de príncipes" (inédita hasta ahora) demuestra que Tácito continuaba vigente.

    Juan Simoni, de origen napolitano, acusado en varias ocasiones ante el Tribunal del Santo Oficio y condenado a penas diversas, estuvo al servicio del rey Felipe V, y fue canónigo y luego arcediano de la catedral de Granada. Este tratado de educación de príncipes, similar en contenido y forma a los que se hacían en los siglos XVI y XVII, presenta –según reconoce el propio autor– una singular novedad: el haber sido elaborado con "las solas máximas de Tácito". En efecto, el historiador romano el el único del que toma Simoni "sententiae" y "exempla" para autorizar sus argumentos y catequizar al príncipe. Pero también se inspira en otros "clásicos" del género consiliar medievales y renacentistas (v. gr. Sto. Tomás, Erasmo, Mariana, Ribadeneyra o Saavedra), aunque nunca los nombre.

    El saber de Simoni no era filosófico sino noticioso y erudito, acorde más bien con la época de Justo Lipsio, el "salvador de Tácito" ("sospitator Taciti"), y, al igual que el humanista flamenco, el autor de la "Instrucción de príncipes" puso las palabras de Tácito al servicio de sus propios designios.


Fundación Dialnet

Dialnet Plus

  • Más información sobre Dialnet Plus