El quilotórax posquirúrgico tras resección pulmonar es un problema importante por su morbimortalidad y suele obligar a la reintervención en un porcentaje importante de los casos. La opción más aconsejable y menos radical es el tratamiento conservador con medidas escalonadas: dieta rica en ácidos grasos de cadena media y/o nutrición parenteral total, además de tubo de toracostomía. El uso del octreótido entre estas medidas parece estar relacionado con un índice mayor de resolución sin necesidad de un tratamiento quirúrgico. Presentamos un caso en que su efectividad e inocuidad en la resolución del quilotórax posquirúrgico fue excelente.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados