Ayuda
Ir al contenido

Dialnet


La batalla por la supremacía tecnológica. EE. UU. vs China

  • Autores: Francisco Márquez de la Rubia
  • Localización: Panorama Geopolítico de los Conflictos 2024, 2024, págs. 311-344
  • Idioma: español
  • Títulos paralelos:
    • The battle for technological supremacy. The U.S. vs. China
  • Enlaces
  • Resumen
    • español

      A lo largo de la historia, la ventaja tecnológica ha sido un factordecisivo en el resultado de conflictos y guerras. Desde la inven-ción del arco y la flecha hasta la llegada de la pólvora y, másrecientemente, las armas nucleares, aquellos que han logradodesarrollar y dominar tecnologías avanzadas han obtenido unaclara superioridad en el campo de batalla. Esta supremacía tec-nológica no solo ha permitido a los ejércitos superar a sus adver-sarios en enfrentamientos directos, sino que también ha influidoen la estrategia militar y en la capacidad de los Estados paraproyectar poder más allá de sus fronteras.La Revolución Industrial marcó un punto de inflexión, ya que laspotencias que lograron industrializarse rápidamente pudieronproducir en masa armas, vehículos y otras herramientas de gue-rra, superando a aquellos que quedaron rezagados en el desarro-llo tecnológico. Durante la Segunda Guerra Mundial, por ejemplo,la capacidad de Estados Unidos y sus aliados para innovar enáreas como la aviación, la criptografía y, finalmente, la energíanuclear, desempeñó un papel crucial en la derrota de las poten-cias del Eje. La superioridad tecnológica se tradujo no solo en victorias militares, sino también en la consolidación del poderpolítico y económico a nivel global.En nuestros días, se libra una cruda batalla por la supremacíaen el campo de los semiconductores, un componente esencial enprácticamente todos los aspectos de la tecnología moderna. Estosdiminutos chips son el núcleo de los dispositivos electrónicos queimpulsan las economías digitales, desde smartphones hasta cen-tros de datos y sistemas avanzados de defensa. La competen-cia por dominar la producción de semiconductores ha escaladoa un nuevo nivel, con Estados Unidos, China y otras nacionesinvirtiendo miles de millones de dólares en investigación y fabri-cación, conscientes de que la hegemonía en este sector podríadeterminar el liderazgo económico y militar en el siglo XXI.Sin embargo, esta carrera por la supremacía tecnológica tambiénplantea nuevos desafíos y riesgos. La dependencia de tecnologíasavanzadas y la interconexión global aumentan la vulnerabilidadde las naciones a ciberataques y otros tipos de sabotaje digital.Además, la proliferación de tecnologías disruptivas, como la inte-ligencia artificial autónoma o las armas hipersónicas, podría des-estabilizar aún más el orden internacional, creando escenarios enlos que el poder militar y económico esté concentrado en manosde aquellos que lideren esta nueva era tecnológica. En este con-texto, la carrera por la supremacía tecnológica es tan vital comolo fue en épocas pasadas, pero con implicaciones que podrían seraún más profundas y de mayor alcance.

    • English

      Throughout history, technological superiority has been a decisivefactor in the outcomes of conflicts and wars. From the inventionof the bow and arrow to the advent of gunpowder and, morerecently, nuclear weapons, those who have developed and mas-tered advanced technologies have consistently gained a clearupper hand on the battlefield. This technological supremacy hasnot only enabled armies to defeat their adversaries in direct con-frontations but has also shaped military strategy and the abilityof states to project power beyond their borders.The Industrial Revolution marked a turning point, as the nationsthat industrialized rapidly could mass‑produce weapons, vehi-cles, and other war tools, outpacing those that lagged in tech -nological development. During World War II, for instance, theability of the United States and its allies to innovate in areassuch as aviation, cryptography, and, ultimately, nuclear energyplayed a crucial role in defeating the Axis powers. Technologicalsuperiority translated not only into military victories but alsointo the consolidation of political and economic power on a glo-bal scale.In our time, a fierce battle is being waged for supremacy in therealm of semiconductors, a critical component in virtually allaspects of modern technology. These tiny chips are the heart ofthe electronic devices that drive digital economies, from smar-tphones to data centers and advanced defense systems. Thecompetition to dominate semiconductor production has escalatedto new heights, with the United States, China, and other nationspouring billions of dollars into research and manufacturing, fullyaware that leadership in this sector could determine economicand military dominance in the 21st century.However, this race for technological supremacy also presents newchallenges and risks. The reliance on advanced technologies andglobal interconnectedness increases the vulnerability of nationsto cyberattacks and other forms of digital sabotage. Moreover,the proliferation of disruptive technologies, such as autonomousartificial intelligence or hypersonic weapons, could further des-tabilize the international order, creating scenarios where militaryand economic power becomes concentrated in the hands of those leading this new technological era. In this context, the race fortechnological supremacy is as vital as it was in past eras, but withimplications that could be even more profound and far-reaching


Fundación Dialnet

Dialnet Plus

  • Más información sobre Dialnet Plus

Opciones de compartir

Opciones de entorno