Este artículo tiene por objetivo la interpretación del análisis que lleva a cabo Proclo de la naturaleza de los males, a la luz de dos principios fundamentales de su metafísica, como lo son el "limite" (péras) y lo "ilimitado" (ápeiron). Según Proclo los males existen únicamente en la multiplicidad sensible y subsisten asidos a algún bien, del cual se nutren y al cual corrompen. Por otra parte, los males son básicamente impulsos hacia lo inferior que llevan a las almas a hundirse en la materia, en lugar de ascender y retomar hacia su fuente de origen divina. La noción de ilimitado ayudará a entender este impulso hacia lo bajo y hacia lo múltiple, y procurará hacer evidente tanto la necesidad de los males como su insignificancia en la dinámica del todo
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