En este artículo se hace una revisión de las estructuras y aplicaciones de polielectrolitos modificados hidrofóbicamente (PHM). Estos polímeros se incluyen como un subgrupo dentro de los polímeros autoasociativos, que son aquellos capaces de organizarse para dar lugar a estructuras más complejas en disolución o en estado sólido. Los fenómenos de organización se analizan en función de la concentración de polímero y, brevemente, se enumeran el cambio de propiedades que tiene lugar como consecuencia del nuevo orden. La modificación de la reología de disoluciones acuosas ha sido la base para la mayoría de las aplicaciones más clásicas de estos polímeros. En la actualidad, la modificación de las propiedades superficiales o interfaciales abre interesantes perspectivas para la aplicación de estos materiales en tecnologías emergentes de gran impacto, tales como en nanotecnología, terapia génica, fotónica, etc. Un factor clave para aprovechar su potencial es el desarrollo de una técnica de preparación/fabricación que permita controlar el autoensamblaje y, así, obtener las estructuras deseadas.
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